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Los grupos parlamentarios, comprometidos el nuevo

El documento político del pacto de la Moncloa se firmó ayer a las cinco menos veinte de la tarde en el salón de ministros del palacio de las Cortes por el presidente del Gobierno y los jefes de los grupos parlamentarios del Congreso, excepto, como estaba previsto, por Manuel Fraga, de Alianza Popular (AP). El acto estaba anunciado para las cuatro y media de la tarde, pero se retrasó diez minutos en espera de la llegada de Felipe González, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Esos minutos fueron aprovechados por el presidente Suárez para departir con los otros líderes parlamentarios en el despacho del presidente de las Cortes, Antonio Hernández Gil.

La firma del documento se realizó con gran rapidez y por este orden: Adolfo Suárez, Felipe González (PSOE), Joan Reventós (PSC), Juan Ajuriaguerra (PNV), Enrique Tierno Galván (grupo mixto), Miguel Roca Junyent (minoría catalana), Santiago Carrillo (PCE) y Leopoldo Calvo Sotelo (UCD). A la derecha e izquierda del presidente del Gobierno se sentaron, respectivamente, el ministro de Justicia, Landelino Lavilla, y el del Interior, Rodolfo Martín Villa.Inmediatamente, Adolfo Suárez volvió al despacho de Hernández Gil para, según afirmó, perfilar el discurso que iba a pronunciar poco después ante el Pleno.

Manuel Fraga, que pese a no firmar el documento acudió a las Cortes a las cuatro y media de la tarde, explicó nuevamente los motivos que habían llevado a Alianza Popular a negar su apoyo al pacto político: en el tema del orden público el Gobierno no debía solicitar el consenso de las demás fuerzas políticas, sino proceder a ejecutar las reformas que considerara precisas. Añadió que los datos que había facilitado el Gobierno eran insuficientes, mientras que en la discusión del documento económico fueron muy abundantes. «En diez folios -dijo- no se puede tratar seriamente temas como la ley de Peligrosidad Social o la reforma del Código Penal.» Fraga expresó también su desacuerdo con lo que considera el desafuero de, las fuerzas de orden público. «Se ha llegado al extremo -dijo- de que cualquier abogado puede llevar a la policía a los tribunales.»En un comunicado oficial, AP señala que no suscribir el documento no quiere decir que merezcan su desaprobación todas y cada una de las medidas contenidas en él. Por ejemplo, AP está de acuerdo con el principio de crear un órgano mixto para el control de los medios de comunicación social en poder del Estado. Afirma también que gracias a Alianza Popular se consiguió modificar el primer borrador del documento en el que se proponía la separación del Ejército de la Guardia Civil. «Sólo AP -termina- no se ha vuelto atrás del acuerdo de presentar una ley para la Defensa de la Democracia contra el Terrorismo, cuya urgencia y necesidad seguimos manteniendo.»

Salvo la opinión del líder de AP, todos los demás portavoces de los grupos parlamentarios expresaron su satisfacción por los términos del documento, al igual que los dos ministros que participaron en su elaboración. Rodolfo Martín Villa dijo que entre todas las razones expuestas por AP no encontraba ninguna como para modificar su criterio.

El secretario general del PSOE, Felipe González, ironizó sobre la ausencia de la firma de Alianza Popular: «Le da credibilidad al documento y no le puede quitar operatividad, dado su número de parlamentarios.»

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