Londres suaviza su postura respecto a Gibraltar
El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, expuso ayer al primer ministro británico, James Callaghan, la posición oficial hispana sobre Gibraltar, en busca de la apertura Inmediata de una negociación entre ambas partes. Por su parte, el premier británico se limitó a tomar nota del plan negociador español, prometió consultarlo con las autoridades gibraltareñas e insistió en que su Gobierno considera necesaria la eliminación de las restricciones que, España impuso a Gibraltar.Los observadores han creído detectar un efectivo reblandecimiento en las posturas británicas tras las ofertas de Suárez.
El objetivo central del viaje del presidente Suárez a Londres era, de manera oficial, el establecimiento de consultas Londres-Madrid sobre la candidatura presentada por España al ingreso en la CEE y dentro del marco de la tradicional gira de las capitales de los nueve que acostumbran a desarrollar los países aspirantes a la firma de los tratados de Roma y de adhesión. Pero, muy a pesar de este objetivo oficial, el centro del encuentro Suárez-Callaghan en la capital británica fue otro: Gibraltar. En ello incidieron dos causas esenciales: el Consejo de Ministros de la CEE aceptó ya en septiembre la candidatura hispana y encargó a la Comisión Europea que iniciase la elaboración de un informe (para otoño de 1978), y en la actualidad el debate intracomunitario sobre el significado, y manera de ampliar la Comunidad ha dejado en un segundo plano las aspiraciones. y urgencias de los candidatos.
Por todo esto, la cuestión de la CEE quedó muy desvaída e incluso se puede afirmar que algo incómoda para un Gobierno como el español que, mientras visita a los nueve éstos se enfrentan -como ocurrió ayer en Bruselas en el Consejo de la CEE- y no se ponen de acuerdo sobre el objetivo político de una Comunidad ampliada y, ni siquiera, y ello es grave, sobre si conviene o no ampliaría ahora, a pesar de los síes políticos y de compromiso avanzados a España, Grecia y Portugal.
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El Gobierno español propone un estatuto de autonomía especial para los gibraltareños
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El plato fuerte lo fue, sin duda, el debate sobre el Peñón. El presidente del Gobierno español hizo en Downing Street -donde almorzó y pasó cuatro horas- una amplia exposición de la nueva posición hispana, cuidadosamente elaborada por un equipo de expertos, juristas y políticos hábilmente consultada, en sus líneas maestras, a partidos políticos hispanos e incluso a representantes de fuerzas políticas gibraltareñas. Suárez destacó la llamada "filosofía" hispana sobre Gibraltar: o se entra en la óptica negociadora de la ONU, o España permanece en la aplicación estricta del artículo 10 del Tratado de Utrecht. Más adelante, señaló toda una serie de alternativas o abanico de posibilidades negociadoras en torno a los tres temas claves de la futura negociación: soberanía del territorio, status de la base y futuro de la población. Sintetizó en líneas generales, la oferta de un estatuto de autonomía especial para los gibraltareños "en el marco de la política regional hispana", como declaró en su conferencia de prensa, la propuesta de una soberanía conjunta en el territorio por un tiempo limitado y el posible acuerdo de cesión temporal de la base militar, o convertirla en hispano-británica e incluso multilateral.
Muchos eran los que esperaban que Londres anunciara hoy su deseo de negociar. Es importante que estén en esa tesitura, pero parece cierto que, por ahora, no entran en este juego. Callaghan, que teme reacciones en el Parlamento y en Gibraltar, anda con cuidado y desea consultar a los gibraltareños la oferta hispana antes de pronunciarse. Callaghan insiste, por otra parte, en que España levante restricciones y Suárez responde que la negociación es global y recuerda filosofía de la óptima ONU y del Tratado de Utrecht como alternativas. Por ello, por el momento, el tema parece moverse en lo político, pero patinar en lo práctico o en lo que a la apertura de negociaciones se refiere. Es en este impasse donde surgen rumores en Londres de que España estaría dispuesta a hacer un gesto en el desbloqueo de las comunicaciones marítimas y telefónicas de la Roca si Londres da garantías de que va a negociar.
para reforzar la operación Gibraltar, Suárez se entrevistó también con la líder de la oposición, Margaret Thatcher, a quien informó también de la posición hispana sobre Gibraltar y la CEE.
Otros temas
En su conferencia de prensa, el presidente declaró que habló con Callaghan de la situación en el Mediterráneo y de la situación de los pescadores hispanos en aguas comunitarias. Asimismo, Suárez hizo referencia a la situación política española. recordando posiciones del Gobierno sobre: OTAN («se consultará al Parlamento»), fuga de capitales («el Gobierno sigue una investigación»), Gobierno de concentración («no existe esa posibilidad, por ahora»), «pacto de la Moncloa» (« UGT ha dicho un no matizado al pacto»), posibilidad de que los gibraltareños entren en la negociación («negociación con el Reino Unido dentro de su delegación a mí no me molestaría»).
Por último, Suárez, a petición de un periodista de Gibraltar, hizo un llamamiento a los habitantes de la Roca señalando que «el pueblo español está muy cerca de ellos, que forman parte del territorio hispano y que la nueva España democrática permite atender sus problemas dentro de un marco global negociador».
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