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El Rácing pudo golear al Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid estuvo al borde del colapso en Santander. La expulsión de Eusebio y una tarde aciaga de Benegas dieron al Rácing la oportunidad de lograr una escandalosa goleada. Reina y los desaciertos rematadores de los montañeses dejaron, sin embargo, un corto resultado en el marcador. El Atlético fue un equipo triste, aunque valiente en su planteamiento táctico, y el Rácing no hizo más que jugar con fe y mayor entusiasmo.El partido tuvo un momento clave: cuando el Rácing se adelantó en el marcador y poco después fue expulsado Eusebio. Hasta entonces el Atlético dominaba la contienda con claridad. Su superioridad era manifiesta porque había salido a jugar y a marcar goles,y oportunidades tuvo para ello con garrafales fallos finales de Leal y Rubén Cano. Cuando fue expulsado Eusebio, el Atlético ya iba perdiendo y se arriesgó a jugar con tres defensas en línea sin la tranquilizadora presencia de un líbero. Achucharon los rojiblancos, pero ya con la moral un poco resquebrajada y el Rácing se limitó a contraatacar, estando dos veces Víctor a punto de marcar ante las facilidades dadas por su estático marcador- Benegas.

Tras el descanso, ambos entrenadores, Yosu y Luis, demostraron ser valientes. Los atléticos, pese a que la defensa ya había «cantado» y además faltaba Capón, lesionado anteriormente, persistieron en su juego de tres hombres atrássin líbero para no restar ningun peón de ataque en busca del gol. El Rácing, por su parte, pese a que su rival se le echaba encima y podía llegar el empate en cualquier momento, no se encerró y dejó tres hombres en punta para intentar aumentar la ventaja.

La mejor táctica resultó ser entonces la de, los montañeses. El Atlético apenas creó peligro, mientras que el Rácing se vio favorecido por los fallos de Benegas y, según transcurría el partido, por los descuidos en los marcajes de los madrileños en todas las parcelas del campo. Once veces llegó a tener el Rácing clarísimas ocasiones de gol. Sólo transformó,una, precisamente en la que existió falta previa del propio equipo montañés, porque Reina estuvo más que acertado en cuatro ocasiones y porque los jugadores locales estuvieron el domingo inspirados en todo menos en el disparo a puerta.

La línea que sigue el Atlético en esta temporada ya llega a preocupar. En Santander estuvo al borde de la goleada porque dejó jugar a placer en el centro del campo a su rival. Los centrocampistas rojiblancos se desfondaron intentando crear juego. A la hora de cerrar huecos no podían ni con los pantalones. Y es que el peso de un equipo no puede recaer sólo sobre una línea o sobre las sombras de unas ausencias.

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