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Gente

Teddy Taylor,

portavoz de la oposición británica, ha expresado su estupor por la denuncia de un preso de Barlinnie, la cárcel de Glasgow, que es una especie de hotel donde los internos oyen música, salen, reciben visitas, cartas y paquetes sin ninguna supervisión. El recluso se ha quejado de la buena vida de esa cárcel, hasta el punto de denunciar que «no es lo peor que algunas prostitutas hicieran visitas al interior que duraban tres o cuatro horas, sino que a veces hacían dos visitas al día».

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