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Dos penas de muertes, sentencia del "crimen de Velate"

El «crimen de Velate» ya tiene su dos culpables. En la sentencia -veintiséis fólios, seis resultandos y siete considerandos- el tribunal encargado de dictar el veredicto, presidido por el letrado Pedro J. Vitriain Esparza, considera que los dos inculpados, Balet y Midón, se pusieron en contacto el 8 de febrero de 1973 en la cafetería Kon Tiki de Madrid, a la que acudieron también el alemán Hans Helmuth. Bacht y Fausto Preysler, cuñado del cantante Julio Iglesias. Allí, en un aparte, Balet señaló a Midón que necesitaba de su colaboración y de la de Bacht, para lo cual le indicó que se pasara al día siguiente por otra cafetería, «Bronco», haciéndose pasar por Jesús Sánchez y allí le entregaría cierta cantidad de dinero. Midón lo hizo así y recibió un sobre que contenía 7.000 dólares (417.550 pesetas al cambio de entonces), junto con una nota en la que Balet le especificaba que 3.000 eran para él y 4.000 para Bacht.Igualmente, el tribunal considera probado que Balet, un mes después de la primera entrega, volvió a dar 10.000 dólares (596.500 pesetas) a Juan Midón para que entre él y Bacht fueran preparando un negocio consistente en «un accidente que debería sufrir la mujer de Jaime Balet». En un viaje efectuado por Midón y Bacht a Barcelona, ambos conocen a Johan Peter Simeth, «de pésima conducta moral», a quien Bacht le propone hacerse cargo del «negocio» de Balet. El 31 de marzo de 1973, los tres regresan a Zaragoza, para preparar «el accidente», instalándose en el hostal Oroel. Mientras, Jaime Balet se ha sometido a un tratamiento de cura de sueño en Tarragona y a su salida, el 24 de marzo, se dirige a la consulta del siquiatra González Martínez, a quien solicita un certificado médico que le sirva, para fundamentar su petición de nulidad de matrimonio con Pilar Cano, quesería asesinada un mes c espués en Velate. En aquellos días Jaime Balet habla con sus padres y les comunica su decisión de separarse su esposa e irse a vivir con su amante, Ana Alava, a quien ha enviado a Alemania y en donde la ha visitado en repetidas ocasiones Por indicación de Balet, acht acompañado de Midián, acude a un restaurante de Zaragoza para que conozca a Pilar Cano, esposa de Balet. Ante la indecisión de Bacht para tomar parte en el crimen Midón le insiste diciendo: «Medítalo. Jaime dice que esto puede representar una gran cantidad de dinero.» Al parecer, Bacht no quería tomar parte en el asesinato y por eso puso en contacto a Midón con Simeth.

Los días 7 y 8 de abril de 1973, el matrimonio Balet-Cano viaja a Biarritz, resultando probado que los dos alemanes y Midón también efectuaron el mismo viaje para volver a ver la cara de Pilar Cano. Idéntico viaje se realiza, por parte de los Balet-Cano, el fin de semana siguiente. Ya entonces Bacht ha desistido de participar en los hechos, por lo que Balet le cita el día 16 de abril y le increpa diciéndole que «no puedo estar yendo y viniendo a Biarritz». Sin embargo, al día siguiente, Bacht decide desentenderse de todo y se marcha a Madrid, por lo que Midón y Simeth acuerdan que el asesinato se efectúe el 29 de abril, domingo, a la vuelta de Jaime Balet y Pilar Cano de un viaje a Biarritz.

Ese día, Helmut Simeth, con un Morris propiedad de Midón, se dirige desde Zaragoza hasta el lugar exacto del.puerto de Velate en donde, ha de asesinar a la mujer de Balet. En un hostal cercano consume unas nueve copas de ponche, va una vez al lugar de¡ cri

men para ver si había llegado Balet, se encuentra con un Seat 600 en el que estaba una pareja de novios que, al ser enfocados por su linterna, optaron por abandonar el sitio. Sobre las 10.30 de la noche, Simeth vuelve al lugar y se encuentra con Balet y su, mujer, Pilar Cano, paseando junto a su coche. Con una barra de hierro asesta varios golpes a Pilar, «contando con la pasividad de Jaime», que le ocasionan la muerte en unos treinta minutos. Entre Balet y Simeth colocan a la asesinada en el coche, descienden unos dos kilómetros, en dirección a Pamplona, y vuelven a aparcarlo en un lugar apartado. Allí Simeth propinó unos leves golpes a Balet, como ya habían convenido, con un tubo de plomo forrado con gamuza, que le produjeron heridas de escasa importancia, y Balet tiene que simular la pérdida de conocimiento. Después de cometido el crimen, Simeth huye a Zaragoza llevándose el bolso de Pilar Cano, que contenía unas 180.000 pesetas.

En base a estos hechos, que el tribunal considera probados, relativbs a los artículos 405 y 406 del Código Penal, se condena a muerte a Juan Midón y Jaime Balet, así como al pago, conjunto y solidariamente, de un millón de pesetas a cada uno de los cuatro hijos de la asesinada y 250.000 pesetas, por el «pretium doloris», al padre y madre de Pilar Cano. Igualmente, Balet deberá ampliar su fianza de 850.000 pesetas a cinco millones de pesetas para asegurar sus responsabilidades civiles.

Por otra parte, en la sentencia se acuerda que se deduzcan los testimonios de Midón -relativos a malos tratos de la Guardia Civil durante los primeros días de su detención-, así como los de Eduardo Blanquer y Santiago Suárez -en relación con la supuesta compra de testimonios por parte de la acusación privada- para que el juzgado de instrucción incoe las correspondientes diligencias que esclarezcan los hechos. Se ha sabido que los defensores de Midón y Balet recurrirán contra el fallo de la Audiencia de Pamplona ante el Tribunal Supremo.

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