Actitud favorable del PSOE a la Asamblea de Parlamentarios andaluces

El Partido Socialista Obrero Español parece haber cambiado de actitud en relación con el tema de la Asamblea de Parlamentarios andaluces. Según explicó EL PAÍS en su momento, el diputado sevillano Alfonso Lazo había definido la postura de su partido como radicalmente contraria a la institucionalización de las reuniones de parlamentarios andaluces —propuesta por UCD y PCE—. Entendía el diputado socialista que se crearía una Asamblea sin poder alguno que, ante los graves problemas de la región, terminaría «quemándose» y deteriorando al partido mayoritario, o sea, el propio PSOE.

En oposición a este criterio, el comunicado oficial de la reunión celebrada en Sevilla por todos los diputados y senadores andaluces del PSOE y los comités provinciales de la región señala textualmente que «a lo largo de la jornada se fijó la estrategia que los senadores y diputados del PSOE desarrollarán en la próxima reunión de la Asamblea de Parlamentarios andaluces», lo que puede interpretarse como un cambio respecto a la posición mantenida hasta el momento. Un portavoz autorizado del PSOE ha subrayado a este corresponsal que el partido sigue pensando, de todas formas, que una Asamblea sin poder no tiene entidad ninguna. Se recuerda, no obstante, que un dirigente del PSOE había declarado en la reunión de Torremolinos: «Jamás aceptaremos hablar de la Asamblea de Parlamentarios andaluces en estas circunstancias».

Parlamentarios y directivos socialistas coinciden también con centristas y comunistas en que la finalidad de la Asamblea debe ser la elaboración de un estatuto de autonomía para la región, aunque se muestran, asimismo, partidarios de un régimen preautonómico para Andalucía que había sido descartado el pasado jueves por Santiago Carrillo en esta ciudad. En cualquier caso y tras esta toma de posición, las principales dificultades para la buena marcha de la Asamblea de Parlamentarios andaluces —su propia institucionalización y el tema de Ceuta y Melilla— parecen haber quedado orilladas por el momento.