No desautorizamos la huelga

«(...) Los periódicos se deben al público y sus fines, en alguna forma -moralmente eminente para el sistema democrático- son una función pública. Esto no significa para nosotros la desautorización de la huelga, sino que ésta ha puesto de relieve, de una parte, la necesaria profundización respecto de las relaciones de los periódicos con el público, que constituye su elemento vital y que, por ello, habrá de contar en la adopción de aquellas medidas que pudieran afectarle. Y de otra, los reparos que razonablemente pueden abrigarse respecto de si la actitud de huelga es susceptible de aumentar, en lugar de disminuir, la fatídica ronda de acción-reacción, en la que el pulso de la democracia se altera sufriendo el riesgo de desestabilizarse y escorar intermitentemente por la izquierda o por la derecha (...)» 24 septiembre