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Entrevista con Royuela

-¿Tras el atentado, la policía ha intentado ponerse en contacto con usted con el fin de interrogarle? Pregunta el informador siete horas después de ocurrido el hecho.-En absoluto. No tiene por qué ponerse en contacto conmigo, ya que todos cuantos me conocen saben positivamente que soy persona que doy la cara siempre y, si es preciso, me enfrento con la persona que creo que me haya ofendido tal cual lo he demostrado siempre.

-¿Le ofendió El Papus?

-A mí, no. Ofendió a las personas de mi ideología y fui personalmente a aclarar con el señor director para decirle que a las personas que estaba ofendiendo incluía a gente que había estado muy cerca de él mismo.

-¿Amenazó usted?

-No. Esta fue toda mi intervención. Fui a El Papus en una ocasión en que no se hallaba el director y hablé con todo el equipo de la redacción, con quien mantuve, creo, una correcta actitud y, tres días después y por indicación de ellos mismos y tras una conversación telefónica mantuve una entrevista personal con Xavier de Echarri, ante todo el equipo.

-Cuando organizamos el acto del 20 de noviembre nos dibujaron allí a todos como cojos, tullidos, etcétera, ridiculizándonos. Les dije que atacaran a lo que quisieran pero que no nos ridicularizaran. Nosotros, por ejemplo, nunca hemos ridiculizado a los comunistas sino que los hemos combatido ideológicamente.

«El terrorismo sólo proviene de la masonería internacional que lo emplea según sus conveniencias. Nosotros los nacionalistas, afirma, antes que falangistas somos españoles y por nada del mundo podemos permitir la muerte de españoles. Ante un fascista extranjero -precisa-, o un comunista español, defenderé siempre al comunista español. »

-Usted defendió al señor Sánchez Covisa cuando en uno de sus locales la policía descubrió una fábrica de armas.

-Claro que lo defendí, ya que cuando detuvieron a los italianos él se presentó voluntariamente a la policía. En aquel laboratorio, que pagaba su contribución como centro de investigación, inventaron una casa giratoria, unos submarinos con dobles tanques de aire, unos chalecos antibala y unos esquemas sobre un tipo de ametralladora, pero considere usted lo absurdo de fabricar «mariettas», tal cual se dijo, cuando las venden en el mercado.

-Pero usted es un hombre informado. ¿Quién, cree que ha puesto la bomba, o me dirá, como ya lo indicó en su día, «que el 90% de las librerías perdían dinero y por esto resultaban incendiadas»?

-Ya verá usted -responde- uno de los camaradas del señor Royuela- como tras las librerias se producirán en este próximo futuro incendios de fábricas textiles. Ya lo verá usted, concluye Royuela.

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