Rodesia pide aclaraciones sobre el plan de paz anglo-americano
El Gobierno británico recibió ayer un documento en el que el primer ministro del Gobierno ilegal de Rodesia, lan Smith, le comenta el plan angloamericano para resolver pacíficamente la situación constitucional de la colonia rebelde.
El texto del documento no se conoce, ni el Ministerio británico de Exteriores quiso dar detalles ayer. También se negó a especular sobre si de la lectura del escrito de lan Smith se deduce que el líder de los blancos de Rodesia ha cambiado de actitud y ahora se muestra dispuesto a aceptar puntos fundamentales del plan. Se dice sólo que Smith pide «una serie de aclaraciones»:La respuesta del premier rodesiano a la iniciativa angloamericana, se produce quince días después de que David Owen, el jefe de la diplomacia británica, se lo presentara en Salisbury. No había llegado antes porque el primer ministro rodesiano tenía que consultar su posición con John Vorster, su colega surafricano.
Con el texto de lan Smith, el Gobierno británico tiene ya un panorama completo de lo que se piensa en Rodesia de esta iniciativa constitucional, para la que ya cuenta con el apoyo incondicional de Estados Unidos.
Los guerrilleros del Frente Patriótico, el grupo de liberación más poderoso de Rodesia, ha dicho que rechaza algunos elementos del plan, como la presencia de un ejército de la ONU, la permanencia de tropas del régimen blanco en el nuevo ejército de Zimbabwe (el nombre que tendrá una Rodesia independiente y democrática) y la presencia de un comisionado colonial en la época de la transferencia de poder de la. minoría a la mayoría negra.
Lo que ha animado a Gran Bretaña es que los responsables del Frente Patriótico han considerado el plan angloamericano corno una buena base de discusión.
El comentario de lan Smith puede ser menos positivo. En la iniciativa angloamericana se le pide expresamente que abandone el poder.
Sin embargo, la presión internacional que existe sobre Rodesia es muy grande ahora. Suráfrica, su gran aliada, padece un mal momento, tras la muerte en prisión de Biko, el líder negro. Hay amenazas de sanciones internacionales que esa república podría evitar presionando a lan Smith para que acepte el suicidio político que le supone el plan. Para salvarse a si mismo, el régimen de la República Surafricana tiene que pedir la destrucción del otro sistema racista de Africa del Sur.
En el marco de esta presión internacional, ha parecido inoportuna en Gran Bretaña la intervención de Margaret Thatcher, la líder conservadora, en el conflicto. La señora Thatcher le expresó sus reservas sobre el plan angloamericano al presidente Carter de Estados Unidos. El desmantelamiento, aunque sea parcial. del ejército blanco de Ian Smith sería inconveniente, dice ella. Esos temores de a líder tory, se presentan cuando sólo faltan nueve días para que David Owen vaya a Estados Unidos a buscar el apoyo de la ONU en su propósito de buscar una tercera fuerza neutral, con la que acabar con la pesadilla rodesiana que dura ya más de doce años.
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