Suárez conversó durante dos horas con Giscard
El presidente del Gobierno español, en la rueda de prensa que ofreció en París a cerca de un centenar de periodistas, en la embajada de España, aseguró que en sus cuatro horas de diálogo con el presidente de la República francesa, Valery Giscard d'Estaing, y con el primer ministro, Raymond Barre, había abordado «la cuestión de la adhesión española a la CEE, la situación política en las áreas próximas a los dos países y las relaciones bilaterales».Momentos antes, el portavoz del palacio del Elíseo repartió un comunicado a la prensa, según el cual «el presidente y el jefe del Gobierno español únicamente han hablado de la entrada de España en el Mercado Común».
El señor Suárez en su rueda de prensa impresionó por su facilidad para esquivar toda información sustanciosa. La prensa francesa dedica amplios comentarios «a la etapa más difícil de su periplo europeo», y destaca «los problemas agrícolas que crearía otra Italia en la CEE».
El presidente del Gobierno español, al final de su jornada parisiense, se manifestó satisfecho de su conversación con Giscard, de su entrevista con el secretario general de la OCDE y de su contacto, en la embajada de España, con algunos portavoces de los emigrantes, «para quienes se va a elaborar una política realista que mejore su condición».
Los medios de comunicación social franceses, con mayor o menor amplitud, se refieren a la cuestión de la entrada de España en la CEE. Toda las informaciones y comentarios insisten en las dificultades insuperables, de momento al menos, que crearía la agricultura española.
La mayor parte de los comentaristas coindicen en que «la demanda de adhesión de España al Mercado Común chocará con poderosos obstáculos, y para llegar a una solución, las negociaciones serán largas y difíciles». Un portavoz importante de los medios financieros y económicos, Les Echos, recordaba que la balanza comercial francesa ha sido deficitaria el año pasado (por primera vez en la historia), y que el Gobierno de París se asombraría si Madrid mirase hacia Alemania Federal y hacia Estados Unidos a la hora de equipararse en materia nuclear, «sin olvidar el procedimiento televisión en color Secam».
Este mismo diario, a modo de advertencia, concluía su examen en los siguientes términos: «París espera seguir manteniendo las relaciones que le han permitido vender a Madrid, hace tres años, veinticuatro Mirages F-1.
Sobre el objetivo esencial del Mercado Común, ni por el lado español ni por parte francesa hay indicios que permitan pensar en un efecto positivo de los argumentos del presidente Suárez. Nada tampoco podría esperarse de antemano.
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