Francia pone en la frontera a Múgica Arregui
Las autoridades francesas han declarado a José Ignacio Múgica Arregui, Ezquerra, persona non grata en el vecino país, por lo que hacia las cuatro de la tarde del pasado miércoles, y después de ser llamado a la comisaría de San Juan de Luz, fue trasladado a la frontera española, pero en lugar de ser entregado a la policía se le condujo hasta un paso fronterizo en el que no existe ningún puesto aduanero. Ezquerra pudo desde allí entrar nuevamente en territorio español de forma clandestina, al igual que lo hiciera semanas atrás, al romper el extrañamiento impuesto por el Gobierno español, en Oslo.Esta extraña historia tiene su origen en el juicio de Apala. Múgica Arregui, que formaba parte del grupo de once extrañados residentes clandestinamente en el País Vasco, volvió a cruzar en aquella ocasión la frontera en dirección a Francia con el propósito de presentarse como testigo ante el tribunal, lo que no pudo llevar a efecto por expresa denegación del juez.
A la vuelta de Aix-en-Provence, Múgica Arregui permaneció en su antiguo domicilio de San Juan de Luz, donde vivía antes de su detención con su mujer y sus dos hijas. El miércoles por la mañana era requerido telefónicamente desde la comisaría para que se personase a fin de aclarar su situación. Allí se le hizo ver la irregularidad de su permanencia en Francia, ya que la carta de refugiado político había caducado automáticamente en septiembre de 1975 al ser detenido en España y en la actualidad no le iba a ser renovada, dadas las condiciones de extrañamiento que le había impuesto el Gobierno español.
Lo curioso de todo este asunto es que seis horas después de su presentación en comisaría, Múgica Arregui era puesto en libertad cerca de la frontera española, en un lugar en el que no pudiera ser detenido por la policía y desde donde podía regresar a España clandestinamente.
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