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Posible investigación sobre un escándalo de espionaje británico

Juan Cruz

Las denuncias de espionaje político que se han hecho últimamente en Gran Bretaña contra una agencia de inteligencia nacional pueden ser investigadas pronto por la misma comisión creada en 1964 para aclarar el escándalo Profumo, que implicó a un ministro conservador cuyos contactos con prostitutas pusieron en peligro la seguridad de este país.El escándalo actual implica al anterior primer ministro laborista, sir Harold Wilson. Presiones desde todos los sectores están obligando al actual jefe del gobierno, James Callaghan, a convocar a aquella comisión para que estudie las informaciones que se han publicado hasta el presente y que Wilson ahora considera «increibles». El propio sir Harold ha pedido una amplia investigación.

De acuerdo con informaciones que no han dejado de aparecer desde el jueves pasado, tanto las oficinas de Harold Wilson en los Comunes como las de su residencia oficial de Downing Street fueron objeto de vigilancia electrónica. En un artículo publicado ayer, el periodista del Dady Express, que ha recogido las denuncias, asegura que el M15, el servicio de inteligencia interno del Reino Unido al que ya se complica directamente en la historia, estaba interesado en descubrir conexiones comunistas de personas cercanas a Wilson. Correcta o erróneamente, hombres del M15, dice el periodista, creyeron en un momento determinado que había cinco ministros de la corona que no habían renunciado a su carácter de miembros del PC. La preocupación de M15 se explica por la que parece ser su función primordial, proteger a la nación de la subversión comunista, según de fine él citado periodista.

A pesar de que Wilson califica de «increibles» las informaciones sobre el control de sus oficinas, su secretario de prensa en tiempos en el que él estuvo en el gobierno recuerda que tras un retrato de Gladstone, el líder liberal de finales del siglo XIX, Wilson halló en Downing Street un agujero que contenía un extraño mecanismo que podía ser un elemento clandestino de escucha.

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