Angel Nieto, el mejor piloto para pequeñas cilindradas
Angel Nieto se proclamó el domingo pasado, en el circuito sueco de Anderstop, campeón del mundo de motocielismo en la. cilindrada de 50 centímetros cúbicos, al conseguir el segundo puesto en el Gran Premio de Suecia. Es el sexto título mundial que logra en esa categoría. Angel Nieto, que también fue campeón mundial en dos ocasiones en 125 centímetros cúbicos, figura en la historia de este deporte como el cuarto piloto que más galardones ha conseguido. Por delante están Giacomo Acrostini, el «rey Ago», con quince títulos, y Ubbialdi y Hailwood, ambos con nueve. El Gran Premio de Suecia consagró a Angel Nieto como el mejor piloto de todos los tiempos para las pequeñas cilindradas. Tenía que finalizar la carrera entre los ocho primeros clasificados y hacer lo posible para que su máximo rival, el italizano Lazzarini, no ganase la prueba, ya que sería a él a quien hubiera correspondido el título. El piloto vallecano no desaprovechó la oportunidad.
El piloto moticiclista español Angel Nieto ha conquistado su octavo título de campeón del mundo en el Gran Premio de Suecia, última de las pruebas puntuables para la categoría de 50 cc. Este número de títulos le hace entrar de lleno, y por mérito propio, en la historia del motociclismo, pues tan sólo tres hombres han superado la cifra del español.Pero lo curioso en el caso de Nieto es que de los ocho títulos mundiales conquistados (el primero de ellos en el año 1969), seis lo han sido en la menor de todas las categorías, precisamente la de 50 cc., en tanto que los otros dos lo fueron en la de 125 cc., también denominada «el octavo de litro», que es la cilindrada inmediatamente siguiente. Esto habla claramente de la superioridad del piloto español justamente en estas categorías, donde es, sin duda, no sólo el mejor hombre de la actualidad, sino también el auténtico gran especialista de todos los tiempos.
Agostini, quince títulos
De los tres hombres que superan a Nieto en el número de veces que se han alzado con el entorchado mundial, uno de ellos, Agostini, con sus quince títulos, probablemente no podrá ser rebasado jamás. En un motociclismo como el actual, en el que cada día se exige del piloto una mayor especialización, al tiempo que la competencia ha crecido enormemente, debido fundamentalmente a que la. mayoría de las fábricas de máquinas de competición han abandonado sus equipos oficiales, para vender a todos los pilotos que estén interesados idénticas motos denominadas de competición cliente, es muy difícil que nadie pueda sumar suficientes títulos como para poder alcanzar «al rey Ago», como popularmente se le conoce a Agostini.
Los que van a la zaga de «Ago», empatados a títulos con nueve cada uno, son el italiano Ubbiali y el británico Hailwood, ambos retirados ya de la competición hace bastantes años. Precisamente, el italiano era el Nieto de los años cincuenta en las cilindradas intermedias, es decir, 125 y 250 cc., siendo en la primera de ellas donde conquistó seis de los nueve títulos, ganando los otros tres en la de cuarto de litro. Por su parte, el británico Mike Hailwood, apodado en su época «Mike the Bike» (La moto), ha sido, quizá, el hombre más cqmpleto y el mejor piloto de motos de todos los tiempos. Llegado a esta actividad sólo por el placer de practicarla y no por la necesidad económica de hacerlo (su padre era un rico financiero británico), Hailwood creó toda una época y un estilo en el mundo de la competición en dos ruedas, conquistando sus títulos en sólo seis años de actividad (posteriormente se pasaría a los coches de fórmula 1) y en casi todas las cilindradas.
Treinta años de edad
En la lista de los pilotos que han conquistado títulos mundiales, a este trío le sucede Nieto. Con sus ocho campeonatos, y con una carrera en activo que bien pude durar dos o tres temporadas más (Nieto sólo tiene treinta años de edad), el español puede, en las próximas temporadas, superar los nueve títulos mundiales, aunque la posibialidad de llegar a igualar a Agostini es prácticamente nula. Sea como fuere, el que un deportista español, en un país en el que la planificación deportiva podría decirse que es inexistente, llegue a constituirse como uno de los mejores hombres de la historia del deporte que practica, es una hazaña difícilmente explicable, si no es recurriendo a los ejemplos de los Santana, Ballesteros, etcétera, auténticos oasis en pleno desierto.
Sin embargo, y aunque pueda resultar paradójico, para un cierto sector de público, no suficientemente entendido, los títulos en las categorías inferiores no tienen demasiada importancia. Quizá sea debido, precisamente, a la participación de Nieto, así como a su neto dominio, pues, como se sabe, uno de los pocos deportes que practica el español medio consiste en encumbrar ídolo, para, más tarde, derribarlos con él mayor de los estrépitos de su pedestal. Estos no saben, o prefieren no saber, que uno de los títulos de 125 cc. conseguidos por Nieto fue precisamente frente a Barry Sheene (quizá el mejor piloto de hoy día), resolviéndose el duelo en la última prueba. No saben tampoco, que es precisamente en esta categoría de 50 cc., también llamada la de «las tacitas de café», por el diminuto tamaño de los pistones de su motor, donde se ha experimentado una de las mayores evoluciones técnicas de todas las cilindradas. No hay que olvidar que, con estas diminutas máquinas, que pesan alrededor de los cincuenta kilogramos (un poco más que una maleta bien repleta de las que se preparan en e.stos días de viaje), se consiguen velocidades superiores a los doscientos kilómetros por hora. A estas velocidades, el piloto debe estar totalmente fundido con su máquina, casi formando parte de ella. El asomar excesivamente un brazo, una pierna o la cabeza, pueden ser un freno difícil de superar. El menor movimiento indebido es causa de un desequilibrio que se traduciría inmediatamente en una caída.
Los hombres que deben llevar este tipo de máquinas deben de contar, aparte de los requisitos técnicos, unas condiciones físicas un tanto especiales. Su tamaño ha de ser, obligatoriamente, muy reducido, lo mismo que su peso. Esto hace, por contra, que su físico les incapacite bastante para poder llevar las grandes y pesadas máquinas de las cilindradas superiores. Nieto es un hombre de unas condiciones físicas excepcionales. Bajo de estatura, y con un peso, en plena forma, que no supera los 55 kilogramos, posee unas características idóneas para integrarse en el diminuto carenado, hasta hacerse prácticamente invisible dentro de él.
Si a esto unimos su técnica y su indudable arrojo, tendremos todas las condiciones para contar con un campeón. Un campeón que, pese a los muchos años que lleva tomando parte en la competición, pese a contar ya con una posición social y familiar bastante estable, pese al mucho dinero ganado dentro y fuera de las motos (la suerte le ha ayudado, además de en los circuitos en el mundo de los negocios, sonriéndole la fortuna en cuantas empresas ha tomado parte), todo eso, que podría ser que viese la vida y por tanto el riesgo de una forma diferente, sigue siendo un hombre que arriesga lo que es preciso con tal de lograr una nueva victoria, que sigue ilusionado por su profesión (como lo demuestra el hecho de que, para tomar parte en las categorías en que su marca Bultaco, no participa en el Campeonato de España, se haya comprado con su dinero unas máquinas con las que poder competir), y que como él mismo dice, «todavía tengo cuerda para rato».
Así fue el último triunfo
El Gran Premio de Suecia, última prueba del mundial de la categoría de 50 cc., se disputó en Anderstorp bajo una lluvia pertinaz y con la pista sumamente peligrosa. Tormo, siguiendo las consignas del equipo, pues una victoria, bien de Nieto, bien de Tormo, daba también un nuevo triunfo mundial a Bultaco, se colocó rápidamente en cabeza nada más dar la salida. Mientras, Nieto procuraba taponar en lo posible a Lazzarini, tratando de mantenerle controlado, al tiempo que permitía que su compañero se distanciase. Cuando el vallecano comprobó que la desventaja era ya insalvable y que Lazzarini no podría alcanzar la victoria (única posibilidad de que éste conquistara el título), dejó al desmoralizado italiano para tratar de acercarse a su compañero, consiguiendo llegar el segundo a la meta y asegurar, al mismo tiempo, el título mundial a la marca.
La clasificación final del campeonato ha quedado encabezada por Nieto, con 87 puntos, seguido de Lazzarini, 72, y el también español Tormo, con 69.
Más información en pág. 30
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