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Lucha abierta en la segunda jornada de motín en la cárcel de Carabanchel

El motín comenzado el lunes por los presos comunes de Carabanchel (Madrid) se ha extendido a siete cárceles más: las de Cádiz, Valladolid, Almería, Badajoz, Oviedo, Zaragoza y Valencia. En ninguna han ocurrido incidentes especialmente graves, e incluso en la de Cádiz los presos pudieron hablar con periodistas y negociar con el director del centro. En Madrid, en cambio, se ha llegado a la lucha abierta. Los lanzamientos, por parte de la policía, de botes de humo y disparos fueron constantes y los presos derribaron paredes para proveerse de cascotes, que lanzaron a su vez. Un recluso, Pedro Caral, ha sido internado en el servicio de cuidados intensivos de la clínica Primero de Octubre, y varios más se encuentran heridos de bala. A pesar de las cargas efectuadas el lunes por la noche, más de trescientos presos no pudieron ser reducidos.

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Nota, del Ministerio de Justicia

Durante la jornada de ayer la situación permaneció estacionaria. Fuertes contingentes de policía vigilaban a los presos y rodeaban la prisión, en jeeps y a caballo, impidiendo al tiempo que se formaran grupos de curiosos. Tres presos, Javier Asterilla, Juan Castillo y Carlos Jiménez, resultaron heridos por los disparos, y varios más, no identificados, se encuentran heridos también. No hay noticias del estado del recluso presuntamente agredido por un funcionario el lunes. Fuentes oficiosas del Primero de Octubre indican que Pedro Caral sufre rotura de pómulo y de tabique nasal, y su estado es grave.A las doce de la mañana se cortó el agua a los presos. Los boquetes abiertos en las paredes, que se explicaron como intentos de fuga, en realidad se hicieron para ir desprendiendo ladrillos empleados luego por los reclusos como armas arrojadizas contra la fuerza pública.

El motín ha sido calificado como un problema de orden público por el Ministerio de Justicia. El capitán de las fuerzas de la Policía Armada que sitian a los presos es ahora el virtual director de la prisión. Dos abogados, Manuel Hernández y Ana Isabel Silva, subieron a las dos y media de la tarde a negociar con los presos, previa autorización del director general de Instituciones Penitenciarias.

Hablaron con ellos unos cinco minutos, pero no se pudo llegar a ningún resultado concreto por la falta de portavoces autorizados entre los presos y porque durante la conversación continuaron los disparos y lanzamientos de botes, lo que impidió crear un clima adecuado.

Los presos se reafirmaron en que bajarían si la fuerza pública dejaba de hostigarles. Pidieron nuevamente que el presidente Suárez o Martín Villa o «alguien autorizado» se personara en la cárcel para discutir el tema de la reforma del sistema penitenciario. El director de la prisión, Eduardo Cantos, explicó que él ya no podía tomar decisiones de ningún tipo, y el capitán rechazó la idea de retirar sus fuerzas, por lo que. la conversación no alcanzó resultados positivos.

Previamente, el lunes por la noche, los abogados pusieron una denuncia ante el juzgado de instrucción, mencionando la posible existencia de varios heridos y solicitando la apertura de una investigación.

Noticias facilitadas por los abogados y por los Comités de Apoyo afirman que gran parte de las galerías están bajo su control, y ocupan aún los tejados de las galerías tercera, sexta y séptima.

Los partidos reaccionan

Mientras, las gestiones por buscar una solución al conflicto se multiplican y entrecruzan. Los partidos políticos, a las treinta horas de iniciarse, han iniciado gestiones ante las autoridades. Parece que Javier Solana, del PSOE, se ha entrevistado con el gobernador civil de Madrid, mientras que Ramón Tamames, Simón Sánchez Montero y Marcelino Camacho, del PCE, entraban en la prisión para hablar con las autoridades y los presos.

Simultáneamente, tres abogados se entrevistaban, a las seis de la tarde, con el jefe superior de Policía de Madrid. Parece que poco después se trasladó a la prisión el director general de Seguridad, así como el director general de Instituciones Penitenciarias (este último, según nos comunicó su secretario, señor Sierra). Sí se ha confirmado la presencia del gobernador, señor Rosón.

En cualquier caso, todos estos movimientos son muy confusos, porque ninguna de las autoridades con competencia en el tema han podido ser localizadas.

A lo largo de todo el día, se emitieron comunicados de apoyo provenientes de diversos sectores, en solidaridad con la postura de los amotinados. En primer lugar, uno de la Asociación de Familiares de Presos y ex Presos, en el que se denuncia el que las nuevas reformas democráticas del país no hayan afectado también a la situación de las cárceles.

Otro comunicado firmado por unos setenta abogados, algunos muy conocidos por su militancia política, se han ofrecido como intermediarios en las negociaciones. Hacia las ocho de la tarde llegaron a Carabanchel dos diputados del PSP, los señores Gómez Pérez y Turrión. No se sabe, por el momento, que éstas u otras gestiones hayan aportado bases de solución.

También en provincias

En Oviedo, sesenta presos ocuparon las terrazas de la cárcel, en solidaridad con sus compañeros de Madrid. Sus gritos eran, asimismo, de amnistía y libertad. La fuerza pública vigiló de cerca, aunque no llegó a intervenir. El director de la prisión recibió a una comisión de cinco reclusos.

En Valladolid, una cincuentena de presos protagonizaron acciones idénticas desde las doce de la mañana. La fuerza pública cortó todos los accesos a la prisión y disolvió varias veces a los familiares y miembros de partidos políticos que se iban concentrando en sus cercanías. Los presos se negaron a negociar mientras no se solucionara el conflicto de Carabanchel.

En Cádiz, cerca de doscientos presos Iniciaron a las diez de la mañana el motín, que culminó con la ocupación de los tejados. En este caso, se llevaron a cabo negociaciones con el director, quien accedió a no tomar represalias en caso de vuelta a la normalidad. El director accedió también a que los periodistas pudieran entrevistar directamente a algunos de los reclusos, que bajaron hasta el patio deslizándose por una cuerda.A las preguntas de los motivos de su actitud, respondieron que la amnistía debía alcanzarles también a ellos, puesto que beneficiar sólo a los políticos sería una discriminación. Mencionaron también la urgente reforma del Código Penal, ya que «los que cometen delitos por drogas pueden ser condenados tres veces por el mismo delito, por Hacienda, por la ley de Salud Pública y por la de Peligrosidad Social».

Por último, los presos entregaron una nota en las oficinas de la prisión, dirigida a los medios informativos, en la que piden que la amnistía que se concederá a los presos políticos se extienda también a los comunes. Finalmente últimas noticias de agencias indican que motines similares se registraron ayer en las cárceles de Zaragoza y Valencia.

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