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La Admiral's Cup, verdadero Campeonato del Mundo

La vela en España, como casi todos los deportes en este país de tan escasa conciencia deportiva, empezó a «sonar» como importante hace bien poco tiempo, cuando Antonio Gorostegui, el «Santana marino», comenzó a ganar títulos mundiales. El año pasado, también, con su medalla de plata olímpica. Existen, en efecto, una serie de embarcaciones con características olímpicas. Varían de unos Juegos a otros, a fin de incorporar las más competitivas en cada ocasión. Sin embargo, la vela abarca también un apartado fundamental, el pionero, que es el de los cruceros o barcos de más de diez metros de eslora. Precisamente a finales de este mes, a partir del día 28, se celebrará la Admiral's Cup.Un día antes, el 27, se iniciará una nueva edición de la carrera ,alrededor del mundo, la «Round the World Race», con salida y llegada en el puerto británico de Portsmouth, tras cuatro etapas y nueve meses de peregrinaje por las aguas del mundo. Es una de las pruebas impresionantes de la vela mundial. Como las carreras trasatlánticas de navegantes solitarios o la pionera Copa América desafío entre un barco norteamericano y otro de cualquier país del mundo, que año a año, desde 1845, ve el triunfo estadounidense. Sin embargo, de ellas habrá tiempo de ocuparse. Hoy merece la pena dedicar un espacio a la Admiral's Cup.

Cinco regatas

Durante diez días, hasta el 6 de agosto, las aguas del canal de la Mancha, Solent y mar de Irlanda, serán nuevamente escenario de la prueba. Esta constará de cinco regatas. El 28 de julio, Inshore Race, de treinta millas. El día 29, la Channel Race, con 220. Días 1 y 3 de agosto, segunda y tercera Inshore Race, también con treinta millas cada una, y, finalmente, el día 6, la Fastnet Race, de 605 millas, la más importante.La competición es por naciones, y los equipos, de tres yates cada uno. Se suman los puntos conseguidos en las cinco regatas -se puntúa a cada yate clasificado-, de forma que las de treinta millas otorgan un punto; la de 220, dos, y la Fastnet, tres. Esta última es la más difícil de todas, debido a las fuertes corrientes que deben sufrir los barcos en su recorrido desde Cowes, en la «musícal» isla de Wight -y donde por primera vez venció la goleta norteamericana América, a dieciocho rivales ingleses en 1845, iniciándose así la copa desafío con este nombre- hasta Plymouth, pasando por la Roca Bishop, el mar de Irlanda y las islas Scillies, según se puede ver en el mapa.

La siguiente regata en dificultad, la Channel Race, con salida igualmente de Cowes y llegada al mismo puerto, transcurre por pleno canal de la Mancha, corno indica su nombre. Cowes, ya se ve, es el centro de la Admiral's Cup, competición de iniciativa netamente británica, nacida en 1957 y reservada a los grandes veleros, entre doce y diecisiete metros de eslora.

Dieciocho naciones

Dieciocho naciones tomarán parte en la actual edición, por diecinueve de 1975. La competición se celebra cada dos años. Estarán ausentes, a última hora, Canadá, Nueva Zelanda, Africa del Sur y Suecia. Los países participantes serán: Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Francia, República Federal de Alemania, Holanda, Hong Kong, Irlanda, Italia, Japón -que lo hará por primera vez-, Noruega, Polonia, Suiza, Estados Unidos, Inglaterra y España.El equipo español, que estará integrado por los barcos Azahara, Odiseus IV y Yachtman, intervendrá como tal en la Admiral's Cup por segunda vez. En 1975, el formado por Sañumac, Flamenco III y Mabelle, quedó en sexto lugar, tras Inglaterra, casi tradicional vencedora -lo ha hecho seis veces-, RFA, la gran derrotada -vencedora en 1967-, Estados Unidos -en 1961 y 69-, Holanda y Australia -1967- Flamenco fue el principal artífice de este puesto, que sorprendió a todos los técnicos, al quedar segundo precisamente en la citada regata Fastnet. España había participado en la prueba dos años anteriormente, en 1967 y 1969, con dos barcos en cada ocasión, independientes, es decir, sin formar equipo, como participan muchos patrones. La Admiral's Cup permite esto, aunque no se trate de una competición individual, sino por naciones.

Yachtman y Azahara están fabricados en aluminio, y el Odiseus, de fibra. Sus patrones, respectivamente, son Ramón Felipe de Montagut, el duque de Arión, nombre insigne de la vela española y Alejandro Guasch. Guillermo Cryns, con el ya viejo Flamenco, no pudo clasificarse, cuando no pudo participar en las regatas clasificatorias por no llegarle el nuevo yate que esperaba.

Financiación española

Justamente al hablar de compras o de dinero, ahí radica una de las bases curiosas de esta participación española en la Admiral's Cup. El Yachtman tiene como armador al Sindicato de Socios del Real Club Náutico de Barcelona. La creación de estos sindicatos havales, algo generalizado en Inglaterra, Australia o Estados Unidos, aunque sean palabras mayores, ha permitido la construcción de cruceros así. En un momento tan delicado económicamente, España busca soluciones. La Federación Española de Vela, que naturalmente no tiene por qué tener presupuesto más que para los monotipos, ha buscado además como fórmula de financiación la de crear unas participaciones de colaboradores, con posibilidad de ser suscritas tanto por empresas como por particulares, entre 25.000 y 5.000 pesetas, respectivamente.El esfuerzo, pese a las dificultades, merece la pena cara a lo deportivo. No sería justo pensar en un despilfarro, pues la vela espanola, en este caso, no tiene la culpa de que el atletismo no menos español, por ejemplo, ande ahora a la cuarta pregunta.

Los tres yates españoles ya se entrenan en aguas británicas desde hace días, y Yachtman, por ejemplo, quedó quinto clasificado en la Mogan Cup, una de las pruebas previas de preparación, siempre con base en Cowes.

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