El esquí "extremo", la especialidad más arriesgada
La noticia del reciente descenso sobre esquíes del pico Nun (7.135 m.), en la cordillera del Himalaya, efectuado por el suizo Sylvain Saudan, puede parecer la verdadera hazaña de un superhombre para todo aquel que no haya seguido la trayectoria deportiva de este gran monitor de esquí y experto guía de montaña. Sin embargo, a pesar de lo extraordinario del hecho, hay que partir de la base de que, precisamente él, ha sido el artífice de lo que hoy en día se denominada «esquí extremo», un esquí de descenso en montaña cada vez con mayores dificultades.Saudan cuenta ahora con cuarenta años. Nació en Suiza (en los Alpes, muy cerca del Col de la Forclaz) y reside en la actualidad en Chamonix. Pertenece a la Escuela Suiza de Esquí, para la cual dio clases en Montana-Crans. Su gran ídolo fue el campeón mundial de slalom Charles Bozón, de Francia, el cual inculcó en SyIvain el afán de descender por lugares que todo el mundo creía inaccesibles para un esquiador.
Desde muy joven, se lanzó a la conquista de las más difíciles cimas, de las que descendía sobre sus esquíes, después de escalarlas: El couloir Spencer, el Whimper, la Aiguille Verte, el couloir Gervassutti (en el Mont Blanc), el Marinelli (en el Monte Rosa), la cara N. O. del Eiger, la cara O. de las Grandes Jorasses, el McKinley (por la vía West Butress), el Aconcagua (desde los 6.600 m.), el Tacul, las Aguilas de Chamonix... y, ahora, el pico Nun, al cual ha ido acompañado por otros escaladores, entre los cuales se encontraba su novia Marie José Valencot. Este importante palmarés le ha hecho merecedor del sobrenombre de «el esquiador de lo imposible», que es corno se le conoce internacionalmente.
Saudan cuida al detalle su forma física. Es increíble verle bajar con esquíes por «pedreras» (tubos montañosos llenos de guijarros) en pleno verano, para así acostumbrar sus piernas y tobillos a las fuertes vibraciones y choques a que se verán sometidos en cada descenso. Lógicamente también entrena sobre nieve para seguir perfeccionando la técnica de los virajes en tan inclinadas pendientes. (Los giros han de realizarse clavando las colas de los esquíes y levantando las espátulas, que son las que se desplazan lateralmente en la dirección deseada.)
El material utilizado poir Saudan es normal, de serie, igual que el que podemos, encontrar en las tiendas deportivas. Solamente gusta de utilizar irnos esquíes de 2,10 y unos bastones algo más altos de lo normal.
El «esquí extremo» comienza a tener futuro. Ya son varios los nuevos aficionados, en todo el mundo, que han seguido los pasos del helvético. Por ejempio, el ya famoso francés Patrick Vallencant (que ha realizado importantes descensos, como la cara N. de la Grande Casse o el couloir Couturier) o el japonés Yuichiro Miura que intentó, hace unos años, el descenso del Everest, frenándose con un paracaídas, pero su intento acabó en una caída, sin mayores consecuencias, cuando llevaba descendidos más de 6.000 pies.
El peligro, no obstante, existe en gran proporción. Precisamente el pasado día 4 de julio, el austriaco Henrich HoIzer, uno de los grandes especialistas se mató en el Pic Roaseg, en Pontresina (Suiza).
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