Entrevisita con J. M. Bandrés
-¿Y qué vaais a hacer en el Parlamento -Somos conscientes de ser una gota de agua, a en medio de un océano... Vamos a potenciar, para que ello sea posible, el movimiento asambleario. Y sabemos que no es lo mismo pedir presos a la calle -todo o nada, blanco o negro- que pedir por ejemplo la autonomía, en donde ya no todo es planteable en términos absolutos y en donde cabe y es precisa la negociación y el pacto. No hay un modelo único para la autonomía, aunque sí creo que las grandes líneas del estatuto de autonomía, si ese estatuto va a ser nacional o regional, si el control de las fuerzas de orden público va a ser del pueblo vasco o de los poderes centrales, si las grandes líneas de nuestra política sanitaria o cultural las vamos a trazar nosotros o nos van a venir trazadas..., todas estas cosas pueden ser objeto de un gran debate popular. Si antes dije que quisiéramos, llevar al Parlamento la voz más pura del pueblo, también os tengo que decir que queremos llevar al pueblo la explicación de todas las chapuzas que se fragüen en el Parlamento para que el pueblo obre en consecuencia.-¿Eres independentista o no lo eres?-Lo soy. Lo que pasa es que ni de eso ni de casi nada en política hago un dogma de fe. Nuestra experiencia personal es que hasta ahora todo lo que nos ha venido de España institucionalmente -dejemos al margen la cultura- ha sido malo. Desde que, yo tengo uso de racionalidad no he visto por parte del Gobierno de Madrid más que dureza y represión...-¿No hay peligro de que las escisiones internas de ETA lleven a la formación de grupúsculos desgajados de la autoridad de la organización?
-A raíz aproximadamente de la explosión de la calle del Correo ETA se dividió en dos ramas: la político-militar, que son dos ramas perfectamente diferenciadas, de las que ignoro su grado de relación en este momento, pero que sí se puede decir que tienen cada una de ellas su estructura propia. Yo creo que la rama militar sigue compacta, sin problemas de disciplina interna y creo que actúa con una cierta serenidad. Eso se ha visto en la campaña electoral, en donde su actuación ha sido testimonial, de presencia, pero sin causar daños digamos que irreparables. Eso me hace pensar que hay una inteligencia política que dirige esa rama militar. Dentro de la rama político-militar y aunque no se ha consagrado oficialmente parece que de hecho existen grupos o comandos especiales que da la impresión de que no están en la disciplina de su propio grupo. Si est fuera así habría tres Etas: la militar, la pólitico-militar y la de eso comandos. Lo que no se puede e hablar, como se habla en alguno periódicos y en algunos ambiente de derrota de ETA. ETA no ha sido derrotada. Yo diría que de alguna manera el espíritu de ETA ideológicamente al menos, es vencedor y la pena es esa: que se puede producir esa desintegración en un organización que ideológicamente no ha sido derrotada.
10 julio
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