Prioridad al problema regional
Adolfo Suárez ha anunciado que el próximo Gobierno será monocolor, ya que su orientación será de centro-izquierda. No ha precisado lo que él entendía por esa definición política, pero Felipe González, jefe del Partido Socialista Obrero, lo había dejado entrever el lunes a la salida de una conversación de dos horas con el presidente del Gobierno. Las principales reformas -impuestos, Administración, Radio y Televisión del Estado- no serán promulgadas por decreto-ley, sino sometidas a un gran debate en el Parlamento. El plan de austeridad, que el Gobierno está obligado a adoptar para hacer frente a la inflación y al paro, será acompañado de una voluntad de modernización económica y fiscal (...)El jefe del Gobierno y Felipe González han reconocido que el problema de las regiones tenía prioridad absoluta. «Si no se resuelve de una manera satisfactoria -dijo Felipe Gónzález- se comprometería la estabilidad de España.»
Adolfo Suárez recibió a Josep Tarradellas, presidente del Gobierno catalán en el exilio (...) La entrevista ha sorprendido a todo el mundo ( ... )
Suárez declaró que no le correspondía a él reconocer al jefe de la Generalidad, sino a la Asamblea de Parlamentarios de Cataluña, que ha celebrado su primera reunión el 25 de junio. Ha insistido que el proceso que lleva a la autonomía catalana sería llevado a cabo por los interesados y por las Cortes. El mismo método será adoptado por las otras regiones: ellas mismas deben precisar el grado de autonomía que desean. Al afirmar que mantendría la unidad de España, Suárez ha declarado: «El centralismo ya no es posible. No favorece la integración de los españoles.»
30 junio