Piden el funciomiento de todas las áreas del "Piramidón"

El desfase entre el número total de camas y las utilizadas, las dificultades creadas por la acumulación de ingresos por urgencias y sus efectos sobre los enfermos que pretenden ser atendidos a fecha fija, además del bloqueo que origina la lentitud y las características de la contratación de personal sanitario, son algunas de las puntualizaciones realizadas por la junta de facultativos del Piramidón -Centro Ramón y Cajal- que se pronuncia por la plena puesta en funcionamiento del centro para el día 1 de octubre.

La junta facultativa del Centro Especial Ramón y Cajal emitió ayer un comunicado en el que, para información de los usuarios de la Seguridad Social, se establece una serie de precisiones sobre el centro y su actual régimen de funcionamiento, caracterizado por ser utilizado para unos fines no previstos cuando entró en servicio.El texto establece que aunque el centro dispone de 1.600 camas, en la actualidad únicamente se emplean 350 destinadas a albergar ingresados de urgencia. Por ello, la admisión de enfermos programados se ha reducido enormemente de tal modo que, según el texto, el Centro Ramón y Cajal se ha convertido en una gran Casa de Socorro, en contradicción con los objetivos asistenciales para los que fue creado. Se añade, además, que en el acuerdo pactado entre el Instituto Nacional de Previsión y la dirección de este centro se convino en que la adscripción de urgencias se realizaría de un modo progresivo y no súbito, como se ha llegado a hacer; ello crea un estado de cosas en el cual la presión asistencial para ingresos de urgencia es la situación dominante y permanentemente se producen litigios entre los enfermos programados que, dada la presión mencionada, se ven atendidos con demoras pese a que en sus lugares de origen se les dijo que serían tratados inmediatamente después de ingresar.

Tras señalar que esta situación ha creado un bloqueo no sólo respecto a los enfermos programados sino también con relación a la admisión de enfermos de urgencia, el comunicado se pronuncia por la total puesta en funcionamiento del Centro Ramón y Cajal para el día 1 de octubre, con la entrada en servicio de todas y cada una de las áreas de hospitalización y quirúrgicas, a tenor de los compromisos adquiridos por las autoridades sanitarias de la Seguridad Social.

Se señala también que una de las causas principales que ha limitado la plena entrada. en funcionamiento de esta entidad asistencial ha sido la serie: de dificultades encontrada a la hora de la contratación de personal sanitario, ATS, técnicos y personal auxiliar. El texto indica que de las mil enfermeras de plantilla únicamente trabajan allí 338, que acometen tareas distintas de las específicas de su capacitación profesional, Por ello, los firmantes del texto se pronuncian por la utilización de profesionales disponibles.

El comunicado concluye con una estimación de que el mantenimiento actual del Centro Ramón y Cajal constituye: un inaceptable derroche de la grave inversión efectuada, con perjuicio para los asegurados.