Ataque general al eurocomunismo

«El ataque del Kremlin contra el Partido Comunista de España se dirige, realmente, a los partidos de Francia y de Italia, porque Moscú teme que los tres combinados pueden socavar su posición mundial.El Kremlin no se atreve a atacar directamente a los partidos italiano y francés, porque sus respuestas pueden originar unas invectivas mutuas que lleguen al nivel de la disputa chino-soviética. Esta es la razón por la que Moscú esperó que pasasen las elecciones españolas para lanzarle una puñalada a Santiago Carrillo, el secretario del Partido Comunista español.

Sabía que el ataque sería leído con interés en París y Moscú.

El ataque de la revista Tiempos Nuevos al libro El eurocomunismo del Estado ha dado una publicidad mundial a un panfleto escrito apresuradamente para las elecciones...

Pero se puede leer fácilmente y el Kremlin lo ha convertido en un best-seller como a otras publicacio nes de sus disidentes.

( ... ) Tiempos Nuevos evade uno de los principales problemas que plantea Carrillo en su libro: la es trategia y la táctica de los partidos comunistas occidentales.

De hecho estos problemas son inseparables de la actitud de los partidos eurocomunistas hacia la Unión Soviética y su política exterior. Hay diferencias entre los partidos comunistas de Francia, Italia y España. El partido francés espera ganar próximas elecciones parlamentarias en unión con los socialistas, y formar un Gobierno de coalición. El partido italiano espera demostrar que su cooperación constructiva con los demócratas italianos le hará obtener más voto y un futuro papel en un Gobierno de coalición. El español, con sólo diecinueve diputados y un Parlamento de 350, tiene un camino mucho más largo que recorrer que los otros dos ( ... ).

Pero la supresión de los derechos humanos en la Unión Soviética adquiere una escala tan vasta que los eurocomunistas, aunque toquen la superficie del problema, se ven obligados a situarse a la defensa por sus enemigos políticos. Sería mejor para ellos romper claramente con Moscú, pese a que una ruptura les traería otros problemas.»

29 junio