En Burgos insisten en que hubo provocación por parte de los vascos

Los graves incidentes ocurridos el pasado domingo en Burgos, al paso de la caravana de automóviles vascos procedentes de Madrid, con motivo de la celebración del partido de fútbol Athletic de Bilbao-Betis, están trayendo cola. Las versiones de los hechos procedentes tanto de Euskadi tomo de Burgos se han manifestado como parciales; cada cual barre para su casa.

EL PAIS, que siguió in situ los acontecimientos, ha podido saber que, efectivamente, existió provocación por parte de algunos «hinchas» vascos a base de insultos, desplantes, etcétera. Asimismo, los viajeros que regresaban a las Vascongadas, en trenes arrojaron a su paso por la ciudad gran cantidad de objetos contundentes. Estos hechos se desarrollaron por la mañana; desde los coches se arrojaban mendrugos de pan, monedas, etcétera, lo que fue exacerbando los ánimos hasta producir la reacción -desde luego irracional y deplorable- que condujo a los enfrentamientos directos. Sesenta autocares dañados, varios heridos, quema de ikurriñas, fueron el resultado final.Por otra parte, hay que señalar que, a pesar de haberse concentrado al borde de la carretera en algunos momentos varios miles de personas, la mayoría se mantuvo a la expectativa, siendo grupos muy localizados los que actuaron. En contrapartida, la caravana de coches a su paso por Villafría, localidad siguiente a Burgos, produjo daños en varios establecimientos. Los incidentes se repitieron en el puerto de la Brújula, al cortar los «hinchas» vascos la circulación agrediendo a los automóviles matriculados en Burgos.

En otro sentido, señalemos que en círculos políticos burgaleses se condena la actuación de la Policía Armada. En la mayoría de los casos se limitó a ordenar y desviar el tráfico, a pesar de que las agresiones de los grupos burgaleses se produjeron en su presencia. Es significativo el hecho de que no existió ninguna detención, lo que ha sido justificado por fuentes policiales diciendo «que no tenían previsto lo ocurrido».

Un despacho de la agencia Logos, fechado en Bilbao, indica que el Ayuntamiento de esta capital ha denunciado las violencias de que fueron objeto los seguidores del Athletic de Bilbao y ha pedido que se aclaren convenientemente. Entre las víctimas de las pedradas burgalesas figura, precisamente, el alcalde de Bilbao, señor Berasategui.