Críticas a la gran banca alemana por su postura ante la recesión

Los bancos alemanes «adolecen de poca claridad en cuanto al sistema de tasas que siguen» y, por otra parte, «están frenando la coyuntura económica mediante el ejercicio de un verdadero pool en cuanto a la satisfacción de intereses». Estas dos conclusiones se incluyen en sendos informes elaborados por dos organismos alemanes diferentes. Según la Oficina Antimonopolios, con sede en Berlín, mientras las grandes empresas y los grandes accionistas en general se benefician de una liberalidad bancaria en cuanto a la satisfacción de tasas por «servicio de la entidad», el pequeño ahorrador sufre deducciones por este concepto que la Oficina Antimonopolios considera excesivas. Este departamento oficial denuncia en su informe notables abusos en este sentido, y pide mayor transparencia a la hora de cargar las operaciones bancarias de los titulares menos pudientes.En el segundo informe, elaborado por el Instituto de Economía Internacional, de Kiel, se observa la escasa colaboración de las entidades de crédito en el proceso de recuperación. Dada la postura de los bancos, según el informe, no cabe ser optimistas en cuanto al crecimiento económico y del consumo. En cuanto al nivel de empleo, el Instituto prevé que el próximo año se mantendrá el paro por encima de 870.000 personas, El informe refleja «un interés reinversor sorprendentemente bajo», favorecido por el comportamiento de los bancos que actúan a modo de «frente cerrado». Ante esta situación el estudio prevé que el Banco Federal tendrá que repetir la medida de un descenso del interés bancario con el fin de impulsar una vez más el movimiento del dinero y la creación de nuevos puestos de trabajo, aunque en ocasiones anteriores apenas se hayan dejado sentir los efectos del, procedimiento.

Al margen de estos informes, el presidente de la Asociación de Ahorradores, Ludwig Pullain, ha acusado al Gobierno federal y al Banco de la Nación de impulsar el crecimiento de los precios al insistir en su postura de «optimismo coyuntural» que no tiene un reflejo en la realidad. El alza de los salarios es una consecuencia inevitable de este proceso, aunque este crecimiento en las retribuciones no favorezca en absoluto a la estabilización económica. En este sentido, Pullain prefiere que se llegue a un criterio de verdadera reforma social en lugar de seguir aplicando «parches coyunturales» inconsecuentes, que es una de las grandes debilidades del sistema de economía de mercados. En suma, el optimismo económico desde los órganos de poder no encuentra un reflejo ni en los bancos, que siguen remisos a la hora de facilitar los créditos, ni en la calle, a la que, desde los organismos patronales, se acusa de reclamar alzas salariales sin contar con la debilidad coyuntural.