La libertad de prensa empieza por uno mismo
«( ... ) Si se defiende la libertad de prensa ¿por qué poner impedimentos prácticos a su viabilidad? Puede que en algún caso exista algún motivo excepcional de desdramatizar la vida política -la recepción del palacio de Oriente-, que no invalida, sino que reafirma la necesidad de que se facilite el trabajo de quienes proporcionan a la sociedad la «luz y los taquígrafos" de los hechos políticos.No es necesario insistir en que sin prensa libre y democrática no hay democracia posible. Si las luchas políticas se realizan por arriba, a través de misteriosos aparatos políticos, sin que se filtre a la sociedad lo que ocurre, estaremos caminando hacia atrás. El misterio, el enigma, el secreto, la incógnita, el culto a lo oculto, son siempre armas de quienes niegan la democracia. Por eso son también el primer peligro para la libertad de prensa y, consecuentemente, para los profesionales de los medios de comunicación.( ... )»
, 25 junio
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.