Inquietud entre los trabajadores extranjeros en Alemania

Una estadística elaborada por la Confederación de los Sindicatos Alemanes (DGB) y la sentencia de un tribunal de Kassel han suscitado una intensa inquietud entre los trabajadores extranjeros residentes en la República Federal de Alemania. Según la DGB, el próximo año la cifra de parados en la RFA se elevará a un millón y medio. Como última esperanza de evitarlo, aunque muy remota, se cita la reunión que celebrará el 5 de julio la «Acción Concertada», en la que tomarán parte representantes de los sindicatos, del capital y del Gobierno. Los tribunales se han unido a la política discriminatoria del Gobierno contra los trabajadores no alemanes. La corte de justicia de Kassel ha sentenciado contra la reclamación de un obrero yugoslavo al no concurrir en él dos condiciones para que se le extendiese el permiso de residencia y la licencia de trabajo: lleva menos de cinco años en la RFA y, además, el sector laboral al que pertenece el interesado padece un alto índice de paro. En consecuencia, cualquier residente que proceda de un país extracomunitario y desarrolle en Alemania una actividad remunerada apetecible por los alemanes, puede ser expulsado sin más.Los organismos representativos de la colonia griega en la RFA y Berlín Occidental, han sido primeros en reaccionar en favor de sus conciudadanos afectados por esta medida y han reclamado la revisión inmediata del acuerdo de establecimiento firmado por los dos países interesados en 1960. Una delegación de la «Asociación de Comunidades Griegas en la RFA» se ha trasladado urgentemente a Atenas con el fin de pedir a su Gobierno que elabore una serie de medidas para la asimilación de los emigrantes que regresen y al tiempo un catálogo de existencias al Gobierno federal alemán en favor de los trabajadores helénicos. De los 250.000 griegos que hay en la RFA, 180.000 trabajan por cuenta ajena.