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El partido Comunista español rechaza el modelo socialista soviético

El Partido Comunista de España ha rechazado, a través de un comunicado aprobado ayer por el pleno ampliado de su comité central, reunido en Madrid, que el modelo político de la Unión Soviética sea el ideal para una sociedad socialista. Esta realidad se debe a la suplantación del análisis científico por el anatema y la excomunión en las relaciones entre los partidos comunistas y obreros según la contestación del PCE al duro ataque de la revista soviética Tiempos Nuevos a Santiago Carrillo.

Añade la nota del comité central que «el PCE no se debe a disciplina alguna de ningún centro ni partido dirigente mundial o regional, por otra parte inexistente», y que «elabora y seguirá elaborando su línea política y su estrategia con entera independencia».El comunicado, calificado de histórico por fuentes allegadas al PCE, afirma que «para España, como para otros países capitalistas de parecidas características, la denominada vía eurocomunista ofrece la única alternativa válida de avance al socialismo ». En otro lugar de la nota se considera que el ataque va en realidad dirigido «contra el PCE en su conjunto y contra los principios que inspiran la acción política de todos los partidos comunistas que están por una vía democrática al socialismo».

El comunicado fue redactado por una comisión compuesta por significados miembros del comité central del PCE, entre ellos Dolores Ibárruri, presidenta del partido, y otros que han vivido largos años en la URSS e incluso colaborando en puestos de responsabilidad en el ejército soviético. Al mismo tiempo que esta nota se han producido declaraciones de altos miembros del partido en la misma línea.

Mientras tanto, en Europa continúa la polémica sobre el eurocomunismo levantada por el artículo de Tiempos Nuevos. En Francia se piensa que la crisis abierta por los dirigentes de la URSS pudiera comprometer el statu quo de varios países de la Europa comunista del Este, en los que sólo dos partidos comunistas, el búlgaro y el checo, han condenado expresamente el eurocomunismo, mientras los demás se han mantenido al margen de la polémica, aunque consideran que si la URSS les obligase a pronunciarse, los problemas se complicarían.

En cuanto a Italia, el secretario general del Partido Comunista italiano ha rehusado hasta ahora entrar en la polémica. El vicepresidente del partido, Antonio Rubbi, ha declarado a la televisión que no tienen que entrometerse en la polémica, y que los partidos comunistas son autónomos y cada uno de ellos es responsable de sus propias acciones y elecciones.

Más información en págs. 2 y 12

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