El Congreso suizo cuestiona la estructura bancaria

Desde hace 48 horas el Consejo Nacional Suizo (Congreso Helvético) es escenario de un áspero debate sobre la estructura bancaria de ese país, en especial con lo que tiene relación con el sistema de control bancario.El tema, que quizás no se hubiera tratado nunca con tanto «calor y dedicación», surge ligado al escándalo de la sucursal Chiasso, del Credit Suisse (tercer banco helvético en importancia), registrado en la segunda quincena del mes de abril, sin que hasta ahora se haya clarificado lo ocurrido, más allá de estimarse en 3.000 millones de francos las operaciones fraudulentas.

«El affaire Chiasso no constituye la excepción, sino la regla», expresó, durante su intervención ante el Consejo Nacional, Helmut Hubacher, consejero y presidente del Partido Socialista, reputado por sus compañeros de fila y adversarios corno un hombre moderado. Su afirmación fue «una corriente de aire frío que abarcó a toda la asamblea», escribió al día siguiente un periodista helvético.

Berner Carobbio, otro consejero, sostuvo que el escándalo del Credit Suisse «era parte de la actividad normal de los bancos». Entre tanto, el diario suizo la Tribune de Géneve, recoge una de las tantas acusaciones que se han hecho en estos días, entre las cuales la más gruesa es que hace algún tiempo se recolectaron en Zurich dos millones de francos suizos para que el escándalo de Chiasso no apareciera jamás como la noticia del día.

Igualmente se han denunciado lazos entre «el mundo de la política y el mundo de las finanzas». El «moderado» presidente del Partido Socialista habló de un ex consejero federal, mientras que otro consejero lo nombró por su nombre. Se trata de Nello Selio, cuyo nombre figuró en el escándalo de la sucursal del Credit Suisse.

Durante el debate sobre este problema se ha escuchado de todo. Surgen forzados reconocimientos de que el affaire Chiasso «es grave, pero no se puede generalizar y es inadmisible poner en causa nuestro sistema económico y bancario».

Otros han gritado que «no hay que dramatizar», mientras la discusión tiende a centrarse sobre una moción de una concejal referente a la influencia de los bancos sobre el franco; los lazos existentes entre los bancos, la industria y el comercio y, finalmente, el secreto bancario.

No ha faltado en el Consejo Nacional quien ha reprochado a los socialistas de querer empañar la imagen de Suiza, mientras sostienen que «la utilidad de los bancos es indiscutible a todos los niveles».

Un concejal, en nombre de los independientes, pidió al Gobierno, que lo antes posible se aclare este escándalo especialmente para restablecer la imagen de nuestro país». Paralelamente otra moción pide que el Gobierno tome medidas eficientes para mejorar el control bancario.