Economía para después de unas elecciones
Tres son los problemas económicos que hoy agobian a los españoles: la inflación, el paro y la cuenta deficitaria por su comercio con el resto del mundo.Esos problemas económicos no pueden ignorarse. No cabe ante ellos ni el desconocimiento ni tampoco la demora. Porque es seguro que la persistencia de la actual situación económica disminuye considerablemente las posibilidades de construir un sistema político democrático.
Es muy difícil aceptar y sostener un orden económico con una inflación cuyas tasas de crecimiento anual superan el 20 %, duplicando las vigentes en la CEE.
Una convivencia democrática puede asegurarse difícilmente en una sociedad que no ofrece ocupación continuada a los ciudadanos que la integran. Cuando el paro se sitúa en el 5 % de la población activa, afectando con grave desigualdad a la población más joven, a las provincias meridionales más pobres, a la mujer y, con especial dureza, a los sectores de la construcción y los servicios, se convierte en un problema grave que a todos importa resolver y al que nadie es ajeno.
No es posible, en fin, garantizar la continuidad sin sobresaltos de la vida económica de un país con déficit anuales de balanza de pagos superiores a los 4.000 millones de dólares y que motivan un endeudamiento continuado.
Pocas serán las posibilidades de construir un futuro político que, garantice las libertades democráticas sin reconocer, programar y negociar unas soluciones de los problemas económicos con los que nos enfrentarnos.
La salida de la crisis económica española no es, por tanto, un problema simple, ni mucho menos, un problema distante, cuya solución corresponda al Gobierno. Es un problema de todos, porque si los españoles no logramos entender las dificultades del momento, si no transigimos en nuestras posiciones, en relación directa con nuestras capacidades económicas, si no aceptamos los sacrificios necesarios, es seguro que estamos negando las posibilidades que la economía debe ofrecer para construir esa sociedad democrática a la que, todos aspiramos.
, 20 junio
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