A Franco le gustaba la audacia de Suárez

« Lo que me agrada de este muchacho -decía de él Franco- es su audacia».Lo que el Caudillo no podía imaginar es hasta donde había de llegar: en menos de un año, sin ruido, sin aspavientos, sin drama, Suárez ha liquidado prácticamente todo el desagradable pasivo del franquismo. El movimiento falangista, el sindicato único, la justicia expeditiva, la proscripción de los partidos -incluido el Partido Comunista-, el delito de opinión, los encarcelamientos. «El cambio sin revolución, un verdadero milagro», dicen sus amigos. En el referéndum del 15 de diciembre pasado, el 94% de los españoles a probaron esta política. ¡Qué hermoso capital electoral! El 3 de mayo, Suárez se pone a la cabeza de una coalición de doce partidos moderados y liberales y propone a España esta prudente apuesta que no obliga a nadie a renegar o a oponerse: «la coexistencia pacífica, más que el orden impuesto, puede conducirnos hacia la libertad y la prosperidad».

El impacto es fuerte. Grande también la seducción de este elegante primer ministro de 44 años, de quien dice su mujer: «sueña a menudo, pero mantiene los pies en el suelo». Más grandes, en fin, la amistad y la confianza del Rey, cuyos deseos, evidentemente, traduce. Para todos, Juan Carlos I es hoy el hombre más popular de España. Se presenta, pues, un poco como su candidato oficial...El martes, después de los últimos mítines, finaliza una fiesta electoral que fue digna, seria, libre sobre todo. Para estos reencuentros democráticos, España no podía haberse comportado mejor. Faltan las alternativas a seguir, pero todo indica que será diferente de la triste y dura alternativa de ayer, entre las dos Españas, la negra y la roja. ¿Y si resultara, por fin, que sólo hay una sola?»

, 13-19junio