Altos Hornos del Mediteraneo gestiona su restructuración financiera
El ejercicio de 1976 de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) supuso una inversión de 5.900 millones de pesetas, según expresa la memoria aprobada en la junta general de accionistas del pasado lunes. Las líneas de actuación para el próximo ejercicio consistirán en paliar el déficit de 361 millones contemplados en el pasado, y en abordar la segunda fase de la cuarta planta siderúrgica del puerto de Sagunto, proyecto que está preparado completamente, según expresó Javier Benjumea, presidente de la sociedad, en espera de las decisiones de la Administración que den la luz verde.
A 7.400 millones de pesetas asciende la facturación del último ejercicio, frente a 5.500 millones de coste de fabricación, diferencia que se convierte en deficitaria, ya que las cargas de estructura han superado los 2.300 millones.Finalizada la junta, el señor Benjumea desmintió los rumores de que, Altos Hornos fuera a ser absorbida por el Instituto Nacional de Industria (INI), tras calificar de difícil la situación económica general de España, que también afectaba necesariamente a la marcha de la sociedad que preside.
Sin embargo, según ha podido saber EL PAIS en Madrid, dirigentes de Altos Hornos del Mediterraneo están manteniendo contactos directos con representantes del Gobierno de cara a encontrar una solución al momento por el que atraviesa la empresa siderúrgica. En este sentido, se ha podido saber que se está proyectando tina reestructuración financiera que afectaría a la distribución del actual capital de la sociedad de cara a superar el momento, que es considerado crítico en contra de lo que puede afirmar su presidente en la junta general.
Las opciones que al parecer se le ofrecen a AMH son varias. En cualquier caso, una de las que con mayor interés se está considerando es la de que el socio norteamericano, la US Steel, que actualmente cuenta ya con una participación directa del 15% y otra: del 12% a través de Altos Hornos de Vizcaya, incremente su capital en la empresa en un 20-25% más, con lo que quedaría la empresa en manos norteamericanas, tanto en su gestión como en su financiación.
