Bien acogida la extinción de la cuota sindidical por las centrales

La supresión de la sindicación obligatoria y de la cuota sindical, así como la reconversión de la AISS y la transformación de las cámaras agrarias, acordadas en el último Consejo de Ministros, fueron valoradas positivamente por Nicolás Redondo, secretario general de la UGT y presidente de la delegación de los trabajadores españoles en la OIT, en una rueda de prensa convocada a su regreso de Ginebra.

Redondo, que habló del eco de la presencia española en la OIT y de los contactos de los empresarios con las centrales -hay una reunión conjunta prevista, en principio, para el día 20-, se mostró optimista sobre la próxima sindicación de los funcionarios y reiteró su negativa al pacto social. No se puede afrontar el pacto social, dijo, sin resolver una serie de injusticias. Hay que proceder a una mejora general de salarios, realizar la reforma fiscal y de la Seguridad Social (UGT va a publicar un libro sobre este tema) antes de plantearse el pacto social.Afirmó también que en un año se clarificará el panorama sindical, especialmente con las elecciones en las empresas, perfilándose la fuerza en dos únicas centrales. Asimismo expuso su preocupación por los funcionarios civiles al servicio de la admnistración militar, comentando una serie de testimonios que habían llegado a la UGT.

La Unión Sindical Obrera, a través de su comisión ejecutiva, valora, asimismo, positivamente la extinción de la sindicación obligatoria y la supresión de la cuota sindical y considera de suma urgencia el inicio de la negociación con las centrales sindicales democráticas sobre temas que todavía permanecen tan oscuros como la integridad y destino del patrimonio sindical, el usufructo por los trabajadores y sus organizaciones, representativas de los locales de la AISS, la convocatoria de elecciones sindicales libres y, en definitiva, la derogación absoluta de todas las funciones de la CNS.

Por su parte, Comisiones Obreras, según el miembro de su secretariado Carlos Elvira, también considera positiva la extinción de la cuota sindical, pero señala el oscurantismo en que permanece la AISS, al tiempo que considera que el trasvase de sus servicios a organismos autónomos del Estado supone «una competencia con los sindicatos democráticos, tanto por la labor en sí que prestan como por el presupuesto económico que habrán de necesitar y que pudiera ser retraído del patrimonio sindical, sobre el que aún no se ha adoptado ninguna decisión positiva».