Campaña de Felipe González: 2.500 kilómetros en un fin de semana

Felipe González, Secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) viajó el pasado fin de semana a Avilés, Bilbao y Málaga, donde pronunció tres mítines. EL PAÍS le acompañó en su gira electoral, al igual que lo hizo en días pasados con Enrique Tierno, presidente del Partido Socialista Popular (PSP). En días próximos ofreceremos el reportaje de la gira de otros líderes políticos.

La personalización de la campaña es cierta y en este caso esta servida por una organización que llama la atención. El sabado. Felipe González dio mítines en Pamplona y Avilés: el domingo en Bilbao y Málaga; ayer -después de pernoctar en Madrid—acudió a Almería y Segovia. Sólo en el fin de semana recorrió 2.500 kilómetros. Este ritmo lo hace posible un pequeño avión reactor de diez plazas en el que viajan. Junto al líder y los dos pilotos, el organizador de la campaña Julio Feo—, la responsable de la oficina de prensa del partido Helga Soto—, un médico, un militante que actúa de chófer y otros dos que prestan servicio de seguridad, además de dos o tres periodistas.

El contenido político de los mítines comprende elementos comunes -ataques a Alianza Popular y al Centro Democrático- y otros específicos, según los lugares donde se hagan.

«En estas elecciones -ha dicho Felipe González durante el pasado fin de semana-se juega el porvenir del país hasta el fin del siglo. Se trata de elegir entre la dictadura y la libertad. Hay muchos partidos y hay muchas partidas: hay partidos con programas y coaliciones sin programa y sin futuro, aunque si tienen un triste pasado.»

Dedica mucho espacio en sus intervenciones a combatir las ideas de miedo o temor.

«Lo que queremos es que todo el mundo tenga una vivienda y no que alguien tenga sesenta: que cada ciudadano llegue a un organismo oficial y encuentre allí un amigo, no un enemigo: una Constitución democrática, que haga a todos ciudadanos, y no súbditos: una enseñanza gratuita y laica, porque como nosotros respetamos todas las creencias, el que quiera recibir clase de religión, que la reciba y el que no quiera recibirla, que no la reciba. Y lo que queremos es luchar contra el paro y la emigración, porque somos un país con una riqueza considerable, pero muy mal repartida.»

En ninguno de los mítines que hemos presenciado se ha producido alteración del orden o problemas importantes. Hay anécdotas curiosas, como el hecho de que mucha gente merodea por los alrededores del local del mitin y sólo entran cuando pasa cierto tiempo y se convencen de que allí no ocurre nada: éste fue el caso de Málaga, el domingo por la tarde. Sólo hemos visto un ligero incidente, y ocurrió en Bilbao, cuando el servicio de orden del PSOE retiró una bandera tricolor enarbolada por la Convención Republicana. Felipe González puntualizó después, a preguntas de los periodistas, que el PSOE no está contra ningún «símbolo de la libertad», prometiendo investigar lo ocurrido.

Por otra parte, la campaña del PSOE parece ir tan bien, que ya van surgiendo preguntas de este tipo: «¿Aceptaría el PSOE participar en el Gobierno tras las elecciones?» Y Felipe González ha contestado de este modo: «Si hay una parcela de poder para los socialistas, si hay una alternativa constituyente y una política económica que no se separe mucho de la línea económica del PSOE, el partido no rechazaría la responsabilidad del poder.»