Cristiano raso
Me permito hacer algunos comentarios a la carta que el padre Díez Alegría publicó en EL PAIS el pasado día 18 de mayo acerca de las por él llamadas «orientaciones» electorales del Episcopado.Quiero comenzar diciendo que soy más inclinado al cristianismo del padre Diez Alegría que a cualquier otro cristianismo, suponiendo que se pueda o se deba hablar de cristianismos distintos. Su libro El credo que ha dado sentido a mi vida me hizo un gran bien espiritual, como supongo habrá hecho a otros muchos lectores.
Sin embargo, las declaraciones públicas del padre Diez Alegría cada día van siendo más difíciles de aceptar. Tal es el caso, por ejemplo, de su carta a EL PAIS. ¿Es que no siente bochorno el malhumorado jesuita del Pozo del Tío Raimundo ante el hecho del escándalo que puedan producir sus comentarios hostiles y reticentes acerca de las orientadones del Episcopado? Me parece muy bien que esté dispuesto a dar su voto a un partido marxista, pero ¿no cree que ese voto proclamado en público debería explicarlo un poco más? Porque los católicos del montón (que son muchísimos) seguramente están tan creiditos de que las orientaciones del Papa y de la Conferencia Episcopal Española son dignas de tenerse en cuenta, y supongo que se harán cruces ante la opinión de todo un jesuita. Me permito hacerme portavoz de esos católicos rasos a quienes los que estamos un poco más en el conocimiento de las cosas debemos un gran respeto. ¿No le parece, padre?
