Democracia, pero calzada

Soy un estudiante de veterinaria y quiero exponerle lo siguiente: volviendo en el tren Irún-Miranda de Ebro el 27 de marzo pasado, sobre las once de la mañana, me instalé en el coche y asiento que me correspondía, no habiendo viajero alguno a mi alrededor. Tratando de estar lo más cómodo posible, me descalcé. A los pocos minutos la pareja de la Guardia Civil me obligó verbalmente a calzarme, cosa que me causó extrañeza, pues el revisor, que había pasado poco antes, no me había dicho palabra. Ante esto, que me sorprendió, puesto que al ir solo en el coche no molestaba a nadie, les contesté que no conocía ninguna ley que prohibiera descalzar unos pies cansados. La reacción de estos señores no se hizo esperar, dándome uno de ellos con la culata de su ametralladora en el lado izquierdo de la cara, y que tratando de cubrirme con la mano me produjo dos heridas en la misma. Al mismo tiempo me amenazaban diciéndome: «O te calzas ahora mismo o te llevamos abajo y te damos lo que te corresponde.» El otro guardia civil, mientras tanto, me encañonaba con su arma. Al ver que su intención era continuar golpeándome si no les obedecía de inmediato, me calcé.En mi viaje procedía de un pais democrático, como es Holanda, y creía que entraba en otro país democrático...