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Rigurosos controles policiales en Vizcaya

En los nueve días de secuestro, que se cumplen hoy, no se ha producido noticia alguna con respecto al paradero de Ybarra, ni a las condiciones de rescate, aunque se da por sentado que existen contactos entre la familia y la fracción de ETA (los comandos especiales de la rama político militar que dirige Apalategui). Lo único que no soporta el hombre de la calle son los rigurosos controles policiales que en la noche del viernes al sábado, y durante todo el día de ayer, se recrudecieron en Bilbao -todas las salidas que conducen a la autopista-, Archanda, Las Arenas, Algorta, Enécuri, Sopelana, Plencia y Guernica. Zonas todas relativamente próximas a la residencia de los Ybarra en Neguri.En la tarde del viernes, tras la detención de un comando de ETA en San Sebastián, parecía que la policía, al incrementar notablemente sus operaciones en la zona, estaba trabajando sobre pistas seguras e incluso que habían logrado establecer un cerco relativo al comando que tiene en su poder a Ybarra. Sin embargo, fuentes relacionadas con la policía comentaron que no existía tal supuesto y que la espectacularidad de los controles. podría deberse simplemente al hecho de que siempre que se produce una detención de este tipo sejuega con la posibilidad de que los secuestradores cambien de lugar el rehén por si los detenidos «cantaran» en los interrogatorios.

Las mismas fuentes opinaron que tanto los secuestradores como el rehen se encuentran en el interior del País Vasco, y que una de laz razones por las que no se han destacado aún claramente los contactos entre secuestradores y familia es que aquéllos tienen dificultades con respecto a la policía. De hecho el comando de ETA no ha hecho llegar a la familia ninguna de las pruebas que recogieron en el domicilio de los Ybarra en el momento del secuestro.

Los nueve periódicos de las cuatro provincias vascas publican este fin de semana un editorial elaborado conjuntamente por todos, en el que hacen un llamamiento a la clemencia de los secuestradores del industrial vizcaíno, para que éste sea puesto en libertad.

El editorial, que parte de¡ hecho de que las próximas disposiciones del Gobierno dan una respuesta conciliadora y generosa a la petición de amnistía y que la campaña electoral tendrá lugar en un clima de mayor sosiego «tan gravemente turbado en el País Vasco en las últimas semanas, y sólo ensombrecido ahora por el secuestro de Javier de Ybarra».

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