Reunión de clubs: no más nacionalizados

En la última reunión de clubs celebrada en Barcelona se tomaron acuerdos importantes. Quizá el que más destaca de ellos es el de no admitir a ningún jugador nacido en el extranjero -si no es como tal- hasta tres años después de su nacionalización como español.

La medida no cabe duda que afecta a los dos clubs más poderosos de nuestro baloncesto. Efectivamente, Real Madrid y Barcelona son los únicos equipos que disponen de un hombre en sus filas implicado en estas condiciones. Aunque por parte del madridista John Coughran no son sabidas sus intenciones, de siempre se ha supuesto que antes o después acabaría por solicitar la ciudadanía española. El caso más claro está en el Barcelona, donde el dominicano Sibillo, que lleva dos años en España, pensaba alinearse en el equipo de Primera División en la próxima campaña. Los dirigentes azulgranas también contaban con él, pero ahora se ha quedado en el cuento de la lechera. Mientras tanto, Sibilio acaba de ganar el campeonato de España con los juniors azulgranas y en la actualidad desempeña buen papel en los mundiales escolares con el equipo de la Academia Alpe (prácticamente una sucursal barcelonista), pero habrá que saber lo que piensan ahora las dos partes sabiendo que están obligados a tener a un joven de diecinueve años y dos metros de estatura durante tres años dedicado únicamente a amistosos e internacionales, si es que su equipo. claro, consigue plaza en algún torneo europeo. El panorama ni para uno ni para los otros es alentador.Otro de los puntos que se tocaron y que es posible se continúe en la nueva reunión, que tendrá lugar en Madrid, es el que expuso Aito García Reneses sobre la Copa de España. El entrenador del Cotonificio sometió a estudio de los asistentes una fórmula en que la Copa se disputaría en una primera fase antes de la Liga, con todos los componentes de la misma divididos en tres grupos de cuatro equipos, y en jornadas intensivas en régimen de concentración. Al final del campeonato liguero los dos primeros clasificados de cada grupo más los dos primeros también del torneo de la regularidad y no clasificados anteriormente disputarían los cuartos de final con cabezas de serie. La semifinal sería por sorteo puro y la final a un solo encuentro en campo neutral. La idea no está nada mal y habrá que madurarla, porque lo que es evidente es que algo hay que hacer con el soporífero torneo copero.