Carrillo: "No veo ninguna imposibilidad para que los comunistas colaboren en un Gobierno con Suárez"
«Comprendo muy bien que Felipe González, que es un joven militante que se encuentra con la carga de un partido histórico, le agrade mucho más un partido comunista con la fisonomía de Líster, porque entonces el PSOE tendría todo el terreno limpio y libre para crecer, pero el Partido Comunista no es lo que quiere Felipe González sino lo que quieren sus militantes», declaró ayer Santiago Carrillo, en el transcurso de una amplia rueda de prensa con motivo de la presentación de su último libro, Eurocomunismo y Estado.
En el ensayo analítico de la nueva estrategia de los partidos comunistas de la Europa mediterránea se afirma, a modo de síntesis, que los rasgos característicos del término son «el pluripartidismo, la via parlamentaria y, muy especialmente la consideración de que las libertades democráticas y los derechos humanos representan un logro histórico irrenunciable del progreso humano». El libro finaliza con un lamento por la frustración de las experiencias checoslovacas de 1968.«Quizá haya quien considere que con este libro yo he blasfemado o renegado del leninismo, pero creo que ello se debería al mucho dogmatismo, a la mucha escolástica que todavía hay en nuestro movimiento.»
Preguntado sobre las diferencias reales que existen en la actualidad entre el PSOE y el PC, comentó que «sólo voy a dar dos datos que considero suficientes para saber en dónde estamos cada uno de nosotros: todo el mundo sabe de la gran afinidad que existe entre el PSOE y la socialdemocracia alemana. Entre el señor Schmidt y nosotros no existe la menor afinidad. El segundo dato se refiere a las candidaturas unitarias para el Senado: cuando la democracia cristiana vetó a los comunistas, el PSOE prefirió presentar una candidatura con ellos antes que con nosotros,».
Por lo que se refiere a las diferencias existentes entre el Centro Democrático y el PC -ambos utilizan el término «democracia» en sus eslóganes- tras enumerar las reivindicaciones de su partido que definen el concepto de democracia en unas coordenadas muy similares a los regímenes de Europa occidental, señaló que «somos partidarios de que los grandes medios de producción terminen siendo de la sociedad y no de los grupos privados. Creo que esto supone una gran diferencia respecto a lo que piensa Suárez».
Se ratificó en sus conocidas opiniones sobre Dolores Ibárruri («que para nosostros es lo que fue Pablo Iglesias para el socialismo») y en la conveniencia de atacar solamente a Alianza Popular en esta fase electoral, «puesto que no ofrecen las garantías democráticas suficientes y porque es reivindicativa del pasado franquista».
En otro momento de la conferencia de prensa aclaró que el problema de las bases militares extranjeras en España y en Europa occidental en general no se solucionaria mientras exista el problema de las bases militares en la otra Europa, la del Pacto de Varsovia. Se declaró decidido partidario de la legalización de los partidos «que dicen estar a la izquierda del PC porque han dado suficientes pruebas de haber luchado por la democracia y de su moderación». Sobre la posibilidad de intervenir en un próximo Gobierno de coalición, señaló que «ningún partido puede decir de este agua no beberé. Yo no veo, a priori, ninguna imposibilidad de que los comunistas españoles intervinieran en un Gobierno con Suárez, o con otro, como ya ocurrió históricamente en los primeros Gobiernos de De Gaulle o De Gasperi».
Por último, y volviendo al tema específico del acto, el secretario general del Partido Comunista apuntó como aportación española al concepto de eurocomunismo «el hecho, que creo que ocurre por primera vez, de que los cristianos y los sacerdotes no sólo militan en nuestro partido, sino que acceden a puestos de gran responsabilidad ».
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