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1976, fue un año de saneamiento para la agricultura española

El año agrario de 1976 puede considerarse como satisfactorio si se tiene en cuenta las adversas condiciones climatológicas y otra serie de factores que influyeron en que la producción agraria no obtuviese las cifras que para dicho año cabía esperar.

Esta es, en síntesis, la conclusión apresurada, pero válida, que puede obtenerse del pasado año agrario, cuyos datos y matices fueron presentados por el titular del departamento, Fernando Abril, con un inhabitual adelanto sobre la fecha, en que años anteriores solía presentarse, aunque, según señaló el ministro, hubiese sido deseo del Ministerio haberlo entregado incluso antes. Sorprende la celeridad de este Ministerio, máxime cuando otros miembros del Gobierno, como el de Industria, que solía presentar el informe anual con prontitud, este año lo está retrasando sin causa justificada que así parezca aconsejarlo.

Producción agraria

Durante el pasado año, el valor añadido bruto supuso algo menos del 9% del producto interior bruto, habiendo registrado un incremento del 1,7% en relación a 1975.En conjunto, según Panorama de la Agricultura, el año agrario ha sido más satisfactorio para el subsector ganadero, que registra una expansión en términos reales del 5,6% sobre 1975. Este resultado se debió a aumentos en la producción total de carne (porcino y avícola), de leche y de huevos. El subsector forestal experimentó un crecimiento del 1,4%.

Por lo que respecta al subsector agrícola, la influencia del clima ha significado una reducción del 0,9% sobre el año anterior. Producciones con crecimiento negativo han sido principalmente la cebada, el maíz, vino, aceite y algodón. Entre las producciones crecientes sobresalen la remolacha, tabaco, patata y frutas.

Comercio exterior

El comercio exterior agrario durante 1976 evolucionó de forma favorable. En este sentido, las importaciones aumentaron a un ritmo inferior al registrado para el conjunto de la economía (9 y 25%, respectivamente), lo que permite reducir su participación relativa respecto a 1975 del 19,5 al 17%, porcentaje que representa el más bajo de los últimos diez años. Por su parte, las exportaciones agrarias mantuvieron el ritmo de incremento de las exportaciones totales (31,2 y 32,2 respectivamente). El déficit agrario, inferior en unos 16.000 millones de pesetas al correspondiente de 1975 frente a un aumento del déficit global de más de 95.000 millones, ha reducido su participación en el déficit comercial total de un 15,6 en 1975 a un 10,3% en 1976.

Precios

Fernando Abril destacó el matiz estabilizador que se ha producido en el sector en el tema de precios. En este sentido, se puede resaltar que si en 1975 el índice del sector primario creció en un 11,3% frente a un 14,2% para el secundario y un 20% para el terciario; en 1976, los deflatores son del 7,5% para el primario y del 11,4 y 19,6% para los dos restantes. Esta es una situación que se espera pueda ser subsanada en buena parte durante la presente campaña.El índice general de precios percibidos por los agricultores aumentó el pasado año en un 10,3% sobre 1975. El índice de precios percibidos de los productos regulados por campaña creció en un 9,66%. Por su parte, el índice de productos no regulados aumentó en un 11,3%.

La población activa agraria continuó descendiendo durante el pasado año, estimándose en 2,79 millones el número de personas que trabajan en el campo. En este sentido, el ministro hizo una precisión al señalar que posiblemente la cifra real sea inferior, ya que se contabilizan los temporeros. Sin embargo, el paro agrario ha sido creciente; así, de un total de desempleo agrario de 43.500 personas en enero, se pasó a 51.500 a finales del año, cifra que representa un 10,6% del desempleo total.

Inversión y financiación

La inversión agraria en 1976, si bien ha crecido un 5,5% en términos corrientes, no alcanza en pesetas constantes la cifra correspondiente a 1975. El crecimiento más destacado dentro de la inversión privada fue la inversión en regadíos, donde además el sector privado ha respondido de forma muy favorable.La inversión pública agraria, continuando la tendencia iniciada en 1975, sigue reduciéndose en términos reales.

Respecto a la financiación, las últimas cifras disponibles correspondientes a la banca privada muestran, en pesetas corrientes, un aumento del 10% sobre 1975. Por su parte, los créditos del sector público en 1976 fueron superiores en un 30% a los del año anterior. Los mayores incrementos se han registrado en las dotaciones de fertilizantes, cultivo de remolacha, vino y alcohol, así como los créditos extraordinarios con motivo de la sequía.

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