Asesinato en San Sebastián de un agente de la Policía Armada

El policía armado Manuel Orceda de la Cruz resultó muerto ayer por los disparos que efectuó contra él un joven, en San Sebastián, cuando se encontraba haciendo el turno de vigilancia en el interior de la estación de los Ferrocarriles Vascongados de esta ciudad. Al parecer, testigos presenciales han identificado a dos miembros de la organización terrorista ETA, grupo político militar, como autores del asesinato, uno de los cuales responde al nombre de Gabilondo.

El atentado se produjo a las seis y media de la tarde. Según datos proporcionados por los primeros testigos, se materializó después de que dos jóvenes, que vestían cazadoras a rayas, uno de ellos alto y otro bajo, descendieron de un Simca 1200 rojo con matrícula de Barcelona, que se paró en el aparcamiento de la estación de Amara. Penetraron en el interior de ésta, y desde la puerta dispararon contra el policía armado Manuel Orceda, que se encontraba en esos momentos solo, ya que su compañero había penetrado en el interior del andén.La víctima cayó fulminada por una bala en el corazón mientras se producía un momento de gran confusionismo y terror. Mucha gente corría dentro y fuera de la estación, mientras los autores de la muerte se daban a la fuga en el interior del vehículo, que a los veinte minutos aparecía abandonado en el barrio de Loyola, a la altura de la Sociedad Hípica, distante unos dos kilómetros del lugar del suceso.

El policía armado fue trasladado inmediatamente a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, donde ingresó cadáver.

Desde la hora en que se produjo el atentado se montaron fuertes controles en los accesos, importantes de la ciudad, que interceptaban visiblemente el tráfico rodado. A pesar del ambiente de tensión, a últimas horas de la tarde de ayer la población y la calle se mantenían en calma.

A medianoche la comisaría de policía de San Sebastián facilitó una nota oficial sobre el asesinato.

Por otra parte, el Gobierno estudia la posibilidad de extrañar a Bélgica a algunos de los presos políticos vascos que aún quedan en la cárcel, entre ellos cinco de los seis condenados a muerte en el consejo de guerra de Burgos de diciembre de 1970. Se trata de Xabier Larena, Jokin Gorostidi, José María Dorronsoro, Eduardo Uriarte y Onaindía Natxiondo

El extrañamiento sólo es posible si es aceptado por los en,carcelados. Se han hecho gestiones acerca de los citados presos y, al parecer, algunos de ellos se oponen a que sea tomada esta medida, lo cual produce nuevas dificultades en la resolución que el Gobierno parecía dispuesto a tomar en el Consejo de Ministros del próximo viernes.

En este orden de cosas cabe resenar que ayer fue puesto en libertad, por aplicación de indulto particular, José María Yarza Echenique, que cumplía en la prisión de Córdoba una condena de dieciocho años por considerársele implicado en el secuestro de Huarte.

Por lo que respecta a la actividad ciudadana en las provincias vascas, la tónica general fue de normalidad, aunque se incrementan los pronunciamientos de las fuerzas políticas en torno a la arrinistía total y la no participación en las elecciones.

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