"El uso de las armas de fuego, éticamente inaceptable"

En varias iglesias de la diócesis fue leída el pasado domingo una nota de la Comisión Permanente del Consejo de Prebisterio y Vicaría de Pastoral de Pamplona sobre «las dolorosas incidencias que han afectado a la ciudad». «Como sacerdotes -comienza diciendo-queremos dar una palabra iluminadora y estimulante a nuestro pueblo que sufre. En la conciencia de todos nosotros está el deseo vivo de construir una convivencia en paz y al mismo tiempo la angustia derivada de la situación conflictiva que ha culminado en la muerte violenta de José Luis Cano.»A continuación la Pastoral se extiende en una serie de consideraciones que se recogen esencialmente en los siguientes puntos:

-Condenamos este hecho y la situación de enfrentamientos que lo ha hecho posible, al mismo tiempo que compartimos el sufrimiento de las familias afectadas y de todo el pueblo.

-Pensamos que la causa principal de estos hechos es la falta de los más elementales derechos de la persona: derecho de reunión, de expresión, de asociación... Es incomprensible que en el proceso democratizador en curso no se reconozcan en la práctica y no se defiendan eficazmente por parte de la autoridad tales derechos.

-Es clara la desproporción entre los objetivos a conseguir y medios empleados. El recurso a las armas de fuego por parte de las fuerzas de orden público y sobre todo en el País Vasco es un hecho que denunciamos como medio éticamente inaceptable y provocativo.

-Nuestro pueblo saber reunirse, expresarse y asociarse pacíficamente como lo ha puesto de manifiesto sin necesidad de ulteriores datos en las concentraciones masivas del día 1 de mayo y del día 8 en Javier.

-Nos solidarizamos con el deseo sentido por nuestro pueblo de cerrar definitivamente un período tan largo de inhibición por medio de una amnistía total: una amnistía de corazones y una amnistía de estructuras.

-Como ciudadanos debemos amnistiarnos mutuamente y liquidar sin restricciones los residuos y efectos de un acontecimiento que tan hondamente nos dividió a los hermanos. Corresponde, por otra parte, al Gobierno crear las condiciones objetivas para que esa reconciliación del corazón no encuentre obstáculos insuparables y haga factible la amnistía total.

-¿Por qué retrasar un gesto de concordia nacional que es indispensable en cualquier país que como el nuestro ha vivido unas circunstancias de convivencia tan anormales durante tanto tiempo?

-De cara al futuro, la amnistía y la paz exigen actitudes nuevas y signos de cambio ya en este período de transición que ha de ir mostrando como fruto temprano el nuevo estilo de sociedad que buscamos.

-No podemos menos de mostrar aquí la siembra del odio que desde posiciones extremas y opuestas se está haciendo de nuestros adolescentes y jóvenes; y asimismo que esto se ha manipulado y lanzado a provocar disturbios en la convivencia ciudadana.