El PC francés, ahora en favor de la bomba atómica

El Partido Comunista Francés (PCF) admite oficialmente que «el armamento nuclear de Francia es hoy un hecho y el único medio de disuasión real». Con este reconocimiento de la «sombrilla» atómica creada por el general Charles de Gaulle, los comunistas eliminan otro de los obstáculos que les separaba de los socialistas y radicales de izquierdas, los otros dos partidos que integran la Unión de la Izquierda. Esta decisión, adoptada anteayer por el comité central del PCF hace que la bomba atómica se convierta en un elemento de unanimidad nacional.

Los comunistas explicaron su cambio de actitud con dos razones: una técnica, ya que «la situación de las fuerzas clásicas francesas se ha degradado considerablemente y no garantiza eficazmente la seguridad del país». La otra es política «No queremos que ninguna potencia extranjera pueda dudar de nuestra voluntad de defender la soberanía nacional con todos los medios que tenemos a nuestra disposición», afirmó el secretario general del partido, Georges Marchais. No obstante, los comunistas limitarían todos los programas que tienden a ampliar la fuerza nuclear.

Un «Comité» para apretar el botón

Así terminan más de tres lustros de oposición sistemática y radical a la creación de una defensa atómica. En 1973 una delegación comunista, recibida en el palacio de Matignon (residencia del primer ministro) había fulminado la llamada force de frappe, afirmando que «esta política no tiene nada que ver con la defensa de la seguridad y con los intereses nacionales».Los otros dos partidos de la oposición de izquierdas ya se, habían manifestado en el mismo sentido que lo hace ahora el PCF, pero no de manera tan solemne. Los comunistas han propuesto, en esta ocasión, que se proceda a la actualización del «programa común», que preconiza la supresión de la fuerza nuclear. Otra modificación importante se refiere a quién debe tomar la decisión del empleo de la bomba atómica. Actualmente, el «honor» le corresponde al presidente de la República. Los comunistas proponen que, si la izquierda llega al poder, tal responsabilidad recaiga en un «alto comité especial» formado por el presidente, por el primer ministro, por el ministro del Ejército, por el jefe del Alto Estado Mayor y por ministros que representen a la coalición gubernamental.

Este nuevo gesto «revisionista» del Partido Comunista Francés se produce tras su renuncia a la dictadura del proletariado, después de haber aceptado el principio de la elección del Parlamento Europeo por sufragio universal, y luego de varias iniciativas destinadas a distanciarse de la Unión Soviética. Con ello el PCF parece desar pulir su imagen de partido de gobierno, con vistas a su eventual llegada al poder en el tren de la Unión de la Izquierda.