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Nuevas dificultades en la "unión de la izquierda" francesa

La bomba política lanzada anteayer por el Partido Comunista Francés, al publicar la versión actualizada del Programa Común que pondría en práctica la oposición si ganase las elecciones legislativas de 1978, ha irritado a los socialistas y radicales de izquierdas (los otros dos partidos firmantes del referido programa) y está siendo ampliamente explotada por la mayoría gubernamental. La iniciativa comunista limitará las posibilidades de maniobra del líder del PS, Francois Mitterrand, que esta noche mantendrá un debate con el primer ministro Raymond Barre y «no facilitará la reunión del próximo 17 del mes en curso», día en que se celebrará la cumbre de la izquierda para actualizar el Programa Común.En el debate de esta noche ante la TV francesa, entre el primer ministro y Mitterrand. «A Barre le va a ser fácil ironizar sobre los miles de millones del Partido Comunista», declaró ayer el líder de los radicales de izquierdas, Robert Fabre. Esta es la impresión que cunde también entre los socialistas, que no han apreciado las cuentas del Programa Común presentadas por el PC.

El Gobierno, los partidos de la mayoría y la prensa de derechas han aprovechado la ocasión para lanzar una campaña contra la Unión de la Izquierda. En todos estos medios se afirma que «la aplicación del Programa Común, después de las evaluaciones hechas por los comunistas, provocaría el hundimiento total de la economía francesa».

El ministro de Economía, Robert Boulin, lo denunció como «un programa inflacionista que pondría en entredicho el empleo y la garantía del empleo».

La dirección del Partido Comunista no se inquieta ante la avalancha de críticas. Su portavoz indicó ayer que «el PC piensa comportarse como un partido de Gobierno». En estas esferas se recordaba igualmente que, en otras ocasiones, cuando los socialistas han cifrado la política de la izquierda, también lo hicieron sin tener en cuenta lo que piensan los comunistas y «como si ellos fuesen el partido de Gobierno de la izquierda y el único partido serio».

La coincidencia del lanzamiento de esta «bomba» y el mano a mano Barre- Mitterrand de esta noche, prueba, como ya se indicaba ayer, que el PC desea que se cuente con él para gobernar, si llega la ocasión, en igualdad de condiciones. Días pasados ya se adelantó al PS en materia de nacionalizaciones. Ahora lo ha hecho en materia de medidas sociales. Y, con todo ello, los comunistas desearían reivindicar la más amplia representación de la clase obrera.

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