Protesta vaticana contra un serial de la televisión italiana
Hoy se reúne la comisión parlamentaria de vigilancia de la radio y televisión para pronunciarse sobre el caso Fo. Mañana lo hará el consejo de administración del organismo televisivo, del que se espera una postura sobre el futuro de la transmisión de Darío Fo.El caso Fo, convertido en escándalo, ha. surgido a raíz de un programa de televisión en el que, después de catorce años, el célebre actor-mimo lombardo ha vuelto a la pequeña pantalla haciendo una caricatura del papa Bonifacio VIII. El Papa, a quien Dante colocó en el infierno, ha sido un pretexto evidente para hacer parodia y sátira de «la Iglesia del poder».
Naturalmente el «misterio bufo» de Fo, programado para un serial de diciséis capítulos está a punto de desencadenar un caso político-diplomático. Se habla ya de una nota de protesta diplomática del Vaticano a Italia. Hasta ahora la reacción del Vaticano ha sido gradual, pero puntual y firme. El cardenal vicario de Roma, Ugo Poletti, envió un telegrama de protesta al primer ministro Giulio Andreotti. Los centenares de telegramas que Andreotti está recibiendo pasan por la competencia a la comisión parlamentaria de control, de la que depende el monopolio estatal de la televisión.
El diario vaticano L'Osservatore Romano ha dedicado al caso una página entera. La tercera asamblea de la Acción Católica ha condenado el «misterio bufo», como una ofensa a « la conciencia de personas y de cristianos y a la dignidad del pueblo italiano». En los ambientes católicos más intransigentes se pide la cabeza de los funcionarios de la televisión que programaron la parodia. En los medios más moderados se discute sobre el carácter de servicio público de la televisión y se exige que «del pluralismo no se haga una vulgar provocación».
Frente al episodio, que implica consecuencias políticas, los comunistas no quieren dramatizar el asunto, pronunciándose tanto contra «el clericalismo, como contra el anticlericalismo. porque entre ambos tienden a la ruptura entre los ciudadanos y los trabajadores sobre una diversidad de ideas y de fe», según ha declarado el responsable cultural del Partido Comunista.
La red televisiva que programó la pantomina de Fo está dirigida por el socialista Máximo Fichera. Mientras la televisión por el canal dirigido por los democristianos acaba de transmitir a Europa y América una vida de Jesús realizada por el católico Zeffirelli, la «misión fuba» de Fo ha sido contemplada como una contrarréplica laica, desacralizadora.
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