Gran Bretaña aplica "antidumping" al acero español de modo definitivo
Los aceros especiales españoles exportados al Reino Unido sufren desde ayer un antidumping permanente que sustituye al provisional que el Ministerio británico de Comercio había impuesto hace seis meses. El arancel se aplica según las distintas calidades del acero.
El antidumping es de dieciséis, diez y ocho - 1.888, 1.180 y 944 pesetas respectivamente- libras por tonelada, y se impone después de que las autoridades británicas llevaran a cabo una investigación en Bilbao e Inglaterra sobre las sospechas de que se estaba produciendo dumping en el área de la exportación del acero. Medios comerciales españoles en Londres estiman que la investigación, que ha sido efectuada en respuesta a las presiones de productores privados de acero británico, no ha satisfecho los deseos de imparcialidad que abrigaban los exportadores españoles. En la actualidad está en vigor otro antidumping provisional impuesto sobre el precio de los perfiles comerciales.El antidumping que se aplicó hace seis meses a los aceros especiales españoles tenía carácter global. Todas las calidades recibían la misma sanción de diez libras - 1.180 pesetas- por tonelada. La confirmación de la medida no significa que los españoles tengan que dejar de exportar, aunque en realidad ahora se lo van a tener que pensar dos veces antes de hacerlo.
La decisión del Ministerio de Comercio británico ha sido un duro golpe para las esperanzas de los que creían que el arancel provisional que sigue en vigor para los perfiles comerciales se iba a levantar una vez pasaran los dos meses de comprobación. El plan expira el próximo mes. «Todo depende ahora de los ingleses, que fueron los que pararon las negociaciones que se sostenían con ellos en Madrid, para llegar a un acuerdo sobre los precios de esos productos antes de llegar a ninguna norma arancelaria», dijeron ayer fuentes comerciales españolas en Londres.
En esos medios se insiste en que las dificultades que sufre la exportación española son una consecuencia de la ausencia de un compromiso español con organizaciones comerciales del carácter de EFTA, por ejemplo.
En Londres se especulaba ayer con la posibilidad de que Madrid esté estudiando uña respuesta oficial a la decisión del Ministerio de Comercio británico, e incluso se habla de que está en estudio por parte española un antidumping para gravar también productos siderúrgicos británicos que se venden en nuestro país.
Según cifras oficiales, España es deficitaria en su balanza comercial con Gran Bretaña en lo que respecta al acero. En 1976, mientras nuestro país importó acero del Reino Unido por valor de más de veinte millones de libras -2.360 millones de pesetas-, la importación británica de acero español no excedió los dieciochó millones -2.124 millones de pesetas- La preocupación de los productores de acero británicos sobre el posible exceso de competencia extranjera está en razón directa a sus propias dificultades internas.
La organización que ha convencido al Ministerio de Comercio para que imponga los aranceles, es la asociación independiente de productores británicos del acero, de carácter privado. De acuerdo con sus quejas, el Gobierno ha determinado que en algunas áreas de la venta del acero, las empresas inglesas han perdido hasta dos tercios de su negocio.
En la actualidad, el Ministerio británico de Comercio impone aranceles también a Japón y Suráfrica
Los españoles alegan que hay otros países que también cometen dumping en la exportación del acero al Reino Unido, pero no reciben sanción de ningún tipo porque están protegidos por su pertenencia a organismos comerciales internacionales
