"Una fuerza conservadora obtendría mayoría en las Cortes sin contar con la mayoría de los votos"

EL PAIS: ¿Cuál es su opinión global sobre las normas electorales?Dieter Nohlen: Se pronuncian por un sistema proporcional para el Congreso que, en el caso de la situación actual de España, me parece el oportuno para elegir una representación política. A primera vista, las normas parecen utilizar las experiencias de otros países democráticos y adaptarlas a la situación española. Pero un análisis más detallado demuestra que existen, desde un punto de vista político técnico, fallos notables en las normas citadas.

EL PAIS: Partiendo del derecho comparado con los países democráticos de nuestra área occidental, ¿cuáles son los defectos más sobresalientes?

D. N.: El defecto más importante reside en la desproporcionalidad entre la población y los escaños, es decir, e la desigualdad del número de habitantes que tienenderecho a unos u otros escaños del Parlamento. Partiendo del techo de 350 diputados, la media de población por escaño del Congreso es de unos 100.000 habitantes. Pero hay provincias como, por ejemplo, Soria que obtndrán un escaño por cada 33.000 habitantes, mientras que Madrid logrará un diputado por 145.000 habitantes. Esa desigualdad desvirtúa profundamente la representación política, de forma que llega a oponerse a los principios enunciados en la propia ley.

EL PAIS: ¿A qué fuerzas políticas favorecerán estos efectos?

DN.: Dadas las estructuras sociopolíticas de España, esta in encionada desigualdad favorece a los grupos conservadores, sobre todo, porque tales efectos se unen con los que producen otros elementos de la citada ley.

EL PAIS: ¿Cuáles son esos otros elementos?

D. N.: En primer lugar, la distribución geográfica de los distritos de diferente tamaño (el tamaño hace alusión al número de escaños a obtener), y, en segundo, la distribución geográfica del electorado de Ias diferentes corrientes políticas. Es difícil de comprender a primera vista, pero técnicamente es así. En los distritos de pequeño tamaño -de tres a cinco escaños, sobre todo- no es posible una proporcionalidad exacta entre votos y escaños.

EL PAIS: ¿Porqué?

D. N.: Porque matemáticamente, con sólo tres escaños a repartir, sólo los grandes partidos pueden participar en la distribución, mientras en los grandes distritos -done eligen más de diez diputados de acuerdo con las, mismas reglasmatemáticas, son más los partidos políticos que pueden obtener escaños.

EL PAIS: Pero partidos grandes, ¿quiere decir siempre conservadores?

D. N.: Los distritos de pequeño tamano están situados de manera que se ubican, sobre todo, en zonas conservadoras, en donde políticamente sólo dominan tendencias de este carácter. En ellos son, por consiguiente, los conservadores los que sacan los escaños, mientras que los grupos progresistas tienen dificultad de hacerlo. En los distritos grandes; donde las fuerzas conservadoras son menos fuertes, todos los partidos políticos de cierta entidad participan en la distribución de escaños, según la regla matemática citada.

EL PAIS: A.propósito de regla matemática... ¿qué influencia tiene la regla dHoni en la distribución de escaños para el Congreso? Como sabe, el preámbulo del decreto-ley dice que dicha regla supone «un poderoso corrector del excesivo fraccionamiento de las representaciones parlamentarias ».

D. N.: Esa afirmación es completamente falsa. La regla dHont no favorece ni desfavorece a los partidos políticos de cierta entidad. Cuando el decreto-ley dice eso, distrae la atención de los correctivos reales, como es, sobre todo, el tamaño de los distritos electorales.

EL PAIS: Profesor Nohlen, en unas primeras elecciones, como las próximas, tras cuarenta años de dictadura, ¿qué repercusión política de mayor gravedad se podrá producir?

D.N.: La repercusión política másgrave puede consistir en una victoria en escaños por parte del grupo que, en cuanto al número de votos obtenidos, solamente significa la segunda fuerza.

EL PAIS: ¿Cómo se explica esto?

D. N.: Por la desproporcionalidad de que hablábamós antes. Es posible que una primera fuerza política obtuviera el 35% de los votos y un número casi idéntico de losescaños del Congreso, mientras que una segunda fuerza -más implantada en las zonas conservadoras, con prima de escaños-, con sólo un 30% de votos, podría obtener casi cincuenta de los escaños, a causa de su menor audiencia electoral en las zonas citadas.

EL PAIS: ¿Qué implicaciones tienen para los partidos políticos y los electores estos efectos distorsionantesde las normas?

D. N.: Los partidos políticos deben enfrentarse con esa situación, que incluso será muy diferente, según las provincias (a causa del distinto tamaño de los distritos electorales). La estrategia de pactos les servirá no sólo para sumar votos, sino para conseguir el máximo de escaños. Por su parte, el elector se encontrará muy condicionado, a pesar de que su voto será decisivo.

EL PAIS: ¿Qué características ofrece para el experto la elección delSenado?

D. N.: Se trata de un sistema mayoritario con representación de la minoría. Este sistema nada tiene que ver, contra lo que algunos sugieren, con la representación proporcional.

EL PAIS: ¿Qué efectos políticos producirá esta elección?

D. N.: Se puede llegar a la conclusión de que el efecto desproporcional del sistema mayoritario para el Senado, más intenso que el del Congreso, va en la misma direc

ción. Unidos ambos, favorecerán a la misma fuerza política. Es probable que la segunda fuerza en cuanto al número de votos obtenidos en las elecciones para el Congreso-que no podrá, seguramente, ganar Ia mayoría de sus escaños, aunque sí la mayoría relativa-, se convierta en fuerza mayoritaria absoluta, gracias al aumento onsiderable del número de escaños que obtendrá en el Senado.

EL PAIS: Tras sus recientes días de presencia en España y su observación del actual proceso político, ¿a qué conclusión ha llegado?

D. N.: Vine a Madrid invitado por CITEP para analizar, como técnico, el sistema electoral. Mi análisis al sistema electoral español sé que ha resultado crítico. Sin embargo, quiero destacar que el proceso político español hacia la democratización lo encuentro muy positivo.