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La reforma de la Seguridad Social continúa aplazándose

El libro blanco de la Seguridad Social, presentado ayer, es más un diagnóstico y una enunciación de realidades que un programa concreto de reforma. En ello coincide el subsecretario de la SS, Victorino Anguera, que ayer presentó el texto. Los puntos clave del libro se centran en la unificación de los órganos gestores, el empleo más racional de los recursos y un incremento de la aportación estatal a la financiación. No hay, por el momento, fecha para el inicio de la auténtica reforma.

Más que un libro blanco, con una filosofía determinada y concreta, el texto da la impresión -a reserva de un examen profundo de sus 750 páginas- de un conjunto de estudios, a los que se ha dotado de encuadernación común. A preguntas de los informadores, el subsecretario de la SS reconoció el carácter técnico del estudio, pero reaccionó apresuradamente a la insinuación de que pudiera calificarse de tecnocrático. Fue, quizás, la única aseveración tajante del señor Anguera, caracterizado ayer por la dispersión en sus respuestas a tema! concretos como: ¿cuándo va a iniciarse la reforma?,¿es oportuno el momento de transición para acometer la realización de este estudio?, ¿cómo será el organismo gestor único que se apunta? Estas, y otras cuestiones como la reforma sanitaria, la participación del funcionariado de la SS, el criterio de las centrales democráticas, fueron soslayadas por el subsecretario, que remitió en todo momento a los informadores a una detenida lectura de las 300.000 palabras de que consta el libro blanco.

En realidad, el texto presentado no hace sino oficializar algunas de las muchas deficiencias de funcionamiento que la Seguridad Social española viene presentando. No obstante, el subsecretario señor Anguera no aclaró -a pesar de ser interrogado sobre ello- los motivos por los que no se acometen algunas acciones perfeccionadoras- que, aun sin emprender la reforma, él mismo admitió serían posibles.

Coherente con el programa económico que fijó su elaboración, el libro blanco carece en absoluto de concreción en las soluciones y traslada las de algunos de los problemas más importantes a otros organismos. Por ejemplo, en el tema de la financiación -actualmente, el 90% se cubre a través de las cuotas- señala la necesidad de que el Estado incremente su participación porcentual, pero pasa al Ministerio de Hacienda la necesidad de emprender la reforma fiscal como paso previo. En otro de los temas candentes, el de las prestaciones farmacéuticas, señala como principal medida correctora la coordinación de los nueve departamentos que, con Trabajo, intervienen en el tema.

La desaparición o desdoblamiento del instituto Nacional de Previsión, uno de los temas que suscitó mayor controversia, incluida la dimisión del subsecretario del Ministerio de Trabajo, Antonio Chozas no aprece concretada en el capítulo de posibles transformaciones en la gestión. Se habla, solamente, de un único organismo gestor, eliminando la -multiplicidad -casi cien- existente en la actualidad, y se fija la idoneidad de cuatro grandes bloques funcionales: desarrollo de la infraestructura administrativa y financiera de la SS; gestión de las prestaciones a largo plazo; prestación sanitaria; y desempleo. Este nivel de actuación sería, según manifestó el propio subsecretario, prioritario al emprender una eventual reforma de la Seguridad Social.

En otros capítulos del libro blanco se analizan las características de la asistencia y prestaciones en aquellos ámbitos en los que la SS es competente. Igualmente, se habla de la necesidad de ajustar las cotizaciones a los salarios reales y reducir el número de regímenes especiales concertados en la actualidad.

El libro blanco confirma, pues, la tendencia de los responsables de la Seguridad Social en los últimos meses. Tras referirse durante mucho tiempo a la necesaria reforma, derivaron hacia planteamientos más enunciativos, insistiendo en el carácter meramente de estudio del trabajo, al tiempo que su publicación se retrasaba.

Hasta el punto de que los informadores hubimos de aguardar un rato al término de la rueda de prensa, para que el libro llegara de la imprenta. La actual edición es de 10.000 ejemplares y cuesta casi quinientas pesetas, pero está prevista una de bolsillo, que se venderá a doscientas pesetas.

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