Kubala confía en el bloque madridista

España se enfrentará hoy a Hungría en el último partido de preparación previo al que deberá jugar contra Rumania el próximo 16 de abril en Bucarest, clasificatorio para el Mundial 78. Seis jugadores se repetirán en la alineación inicial que ganó con más pena que gloria a Irlanda, en Dublin, el pasado mes de febrero: Miguel Angel, portero; los defensas, Capón, Pirri y Camacho; el centrocampista, Villar, y los delanteros Satrústegui y Rojo I. Kubala ha preferido nuevamente una selección con bloques de jugadores pertenecientes a un mismo equipo, y de esta forma jugarán inicialmente cinco del Madrid, pese a su mal momento-aunque sean los pasables-, y tres del Athletic de Bilbao.

El equipo que empezará el partido contra Hungría hoy, en el campo José Rico Pérez, a partir de las cinco de la tarde y con televisión en directo para los no asistentes in situ, varía poco del esquema que Kubala tiene pensado desde hace tiempo para los partidos clasificatorios del Mundial 78. En efecto, su idea de los bloques de jugadores se mantiene una vez más, y respecto al once inicial que jugó frente a Irlanda en el último partido amistoso, existen pocas variaciones.La ausencia obligada de Migueli por su lesión será cubierta por Pirri. Dado que ahora se juega en terreno español, la idea del 4-3-3, para contrarrestar a los húngaros tampoco ha variado, pero se pasará de la precaución exhibida en Dublín con Pirri, bien defensa libre, bien centrocampista, a dejarle atrás fijo y utilizar a Churruca como hombre de media punta más avanzado. Benito, siempre con la teoría de los bloques, ocupará la plaza de Cortabarría como defensa marcador, y Del Bosque, el otro madridista, reemplazará la baja forma, según Kubala, de Asensi, no convocado en está ocasión. El burgalés-madridista Juanito, por último, lesionado en febrero, jugará esta vez, pues sus molestias parecen no tener importancia. Quini, titular en el partido anterior con Irlanda, y en peor condición aún que entonces, deja claramente el puesto de delantero centro en manos de Satrústegui, el hombre afortunado que marcó el gol de aquél raquítico triunfo.

De cualquier forma, aunque el planteamiento del equipo puede parecer teóricamente bueno, síempre queda la duda del conservadurismo made in Kubala, tan a su uso hasta en partidos amistosos. De acuerdo en que los triunfos cuentan para el historial, pero ninguno de los próximos tanto como el de Rumania, y es de esperar que las consecuencias positivas se puedan sacar ya hoy, aun con riesgos. No valdrán las disculpas de que el otro equipo empujó más y hubo que defenderse. Ante los irlandeses España sólo jugó veinte minutos Después, más que jugar los de la isla, dejaron de jugar los españoles En esta ocasión Hungría, con un fútbol de corte centroeuropeo, apoyado, no de fuerza Y bombeo de balones como el de Irlanda, será un contrario ideal parecido al máximo a Rumania. Tal vez más técnico, pero menos agresivo.

En principio, las perspectivas del equipo nacional gustan, pues presentará una delantera que pueda hacer daño, con la inclusión de Churruca, un hombre fundamental actualmente, por su velocidad y disparo. El centro de campo vuelve a ser la incógnita, porque Villar y Del Bosque son dos hombres de calidad, pero que no ofrecen garantías constructivas más que si la lucha es suave en la zona. Esto, en cambio, será justamente lo menos importante para la defensa española, pues la presencia de Benito excusa de mayores preocupaciones.

Luego de una conversación federativa, los cambios serán tres más el portero, durante el partido, y no cinco como pedía el técnico húngaro Baroti. Con ese número de sustituciones, el partido iba a estar más tiempo parado que en juego. Kubala no accedió a ello y esa era una de sus muchas preocupaciones. Otra, por ejemplo, la de tener debidamente regado el campo, pues con el sol espléndido reinante y el viento que también sopla lo suyo, tiene miedo de que esté demasiado seco. Es de esperar que la tan traída y llevada manga, no se pase como suele suceder de vez en cuando en la Liga. Sería un absurdo total. El único cambio español seguro será el de Pirri, precisamente. Los demás, se decidirán según transcurra el partido. Por otra parte, se sabe que cada jugador español recibirá 125.000 pesetas en caso de victoria.

El lleno parece asegurado en el Rico Pérez, pues existe la lógica animación después del polémico cambio Vigo-Alicante, que ha dejado tantos resquemores por tierras gallegas. El único consuelo que les puede quedar por allí, es que al precio de haber perdido este partido internacional han ganado el arreglo de Balaídos en un tiempo tan récord, que dejaría avergonzados a otros clubs con eternos Problemas en sus céspedes.

Ayer, a las ocho de la noche, tras su llegada en avión desde Madrid, hubo rueda de prensa de Pablo Porta en la sede del Hércules. El presidente no quiso hablar de la posible prima. Las relaciones públicas para con los anfitriones no dejan de ser siempre importantes.