"Nuestro socialismo debe alejarse de la emotividad de países subdesarrollados"
«Si fracasa el socialismo habrá fracasado con él la alternativa política y racional del imperativo cambio económico y social; si fracasa la Monarquía, no fracasará sólo una institución, sino que con ella fracasará España, el pueblo español, en una ocasión decisiva y trascendental», afirmó ayer Manuel Canterero del Castillo en una conferencia sobre el tema Socialismos y monarquías, pronunciada en el Club Siglo XXI.«Las monarquías que subsisten-dijo el señor Cantarero, entre otras cosas- fueron las que oportunamente se adecuaron a la concepción constitucional democrática del Estado. Son aquellas que además de haberse adelantado en su transformación constitucional democrática, han sido capaces de observar una máxima neutralidad ante las pugnas políticas y de inspirar y asegurar sistemas democráticos auténticos. »
Tras calificar de insensata la actitud de los grupos socialistas que cuestionan en estos momentos el tema institucional, el señor Cantarero aseguró que el socialismo que España necesita en esta hora debe ser un socialismo propio de país en vías avanzadas de desarrollo y, por tanto, alejado de las tensas y mesiánicas emotividades extremas, propias de los países subdesarrollados; un socialismo firme y radical en su lucha contra la explotación y el privilegio, pero dialogante, sereno, inteligente y reflexivo.
El señor Cantarero afirmó también que el Rey ha dado cumplida cuenta de su democratismo, porque ha devuelto al pueblo su plena soberanía. Tuvo también palabras de elogio para el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.