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Televisores de color, en un avión de la Subsecretaría de Aviación Civil

Doce televisores, al parecer, de color, once cajas de güisqui y un número no determinado de botellas, tabaco, latas de piña y otros efectos fueron declarados el pasado viernes según otras, en el aeropuerto de Barajas. El hecho no resultaría novedoso, según el administrador de la aduana o insólito, según el jefe de servicios de la Subsecretaría de Aviación Civil, si el declarante no fuera un capitán, piloto de un Convair 440 del citado organismo que acababa de trasladar la mercancia desde Las Palmas.Según manifestaron en el puesto aduanero del aeropuerto, en la tarde del viernes un avión de la Subsecretaría de Aviación Civil solicitó aterrizar cerca de las aduanas, ya que tenía que declarar cierta carga que transportaba.

El administrador de Aduanas del aeropuerto informó que «el comandante del avión, a su llegada a Barajas, formalizó un manifiesto sobre la mercancía declarada». Tal manifiesto consiste en la declaración de entrada en territorio nacional de mercancia procedente de importación.

En la Jefatura de Servicios se informó que todos los comandantes de aviones de la Subsecretaría de Aviación Civil conocían la orden de declarar la carga en caso de llevar efectos extraños al servicio. Sobre el propietario de la carga transportada, destinatarios y motivo de que un avión oficial realice este tipo de transportes, el citado departamento envió a un redactor de EL PAIS al gabinete de prensa del Ministerio del Aire «único departamento que podía facilitar la información requerida».

En este gabinete, y tras hacer las correspondientes averiguaciones, informaron que, «efectivamente, hay una mercancia sujeta al pago de aduanas, pero no existe nada ilegal, ya que como es costumbre y está ordenado se declaró la carga a la llegada del avión».

Sobre el motivo de que estos aviones realizaran transportes casi comerciales, el jefe del gabinete, coronel Rousselet, manifestó que el Convair «hacía un vuelo de entrenamiento normal desde Las Palmas a Barajas. Si la dotación del aparato hubiera intentado eximir el pago de impuestos habría intentado pasar la mercancia por un aeropuerto que no tuviera aduanas. Esto no quiere decir que lo hubiera conseguido, ya que en cualquier base, aunque sea militar, a la llegada de un avión de Las Palmas se llama a un delegado de Aduanas, que revisa incluso el equipaje del personal de vuelo».

El coronel Ruselé informó asimismo que éste no era el caso al no haber ninguna variación en el vuelo del Convair, «ya que su destino era Barajas, adonde se dirigía el comandante para declarar la mercancia que llevaba».«Sobre si puede este avión trasladar lo que dice usted, es posible siempre que se declare. Son por lo general encargos pedidos por compañeros y amigos. Sólo en el caso de que no fueran declarados e intentasen pasar sin pagar impuestos entraría en vigor el Código de Justicia Militar o el de Contrabando, según los casos. »

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