Sin identificar los autores del llamado "robo del siglo"

Continúan sin ser identificados los autores del que puede considerarse como el robo más importante en los últimos cuarenta años y que fue cometido durante el mediodía de anteayer en una joyería de la calle Arenal, donde los ladrones se apoderaron de cincuenta millones de pesetas en joyas, que no estaban aseguradas.Sin embargo, nuevos datos sobre el robo han podido ser conocidos tras las investigaciones policiales en el local robado y el primer piso, por donde penetraron los butroneros. El desarrollo de los hechos, según informaba EL PAIS de ayer, comenzó minutos después de la una de la tarde, hora en que el local, sito en el número 1 de la calle, semiesquina a la Puerta del Sol, fuera cerrado y echado el protector metálico. Los autores, dos o tres personas, una de ellas podría ser un niño o un hombre de estrecha complexión, subieron al primer piso, deshabitado desde hace dos meses, y en donde pasaba hasta entonces consulta el doctor Fernández Franco.Tras penetrar en el interior del piso, los ladrones, que tenían estudiado el terreno, abrieron con una alcotana, encontrada posteriormente en un pasillo de la vivienda, una abertura o butrón justo encima de la mesa de la oficina de la joyería. Desde allí, y a través de la escalera interior, bajaron a los locales en donde tomaron todas las joyas, relojes, pendientes, cadenas que habla en el escaparate y algunas de las que estaban expuestas en la primera vitrina de la izquierda.«No tocaron la caja, a la que tuvieron acceso y en la que había joyas, pero de un valor inferior a las expuestas. Ni tocaron otras vitrinas. Sólo limpiaron el escaparate y cuando terminaron con él, como si aún tuvieran tiempo, continuaron por la vitrina de al lado. La caja registradora, en la que había 85.000 pesetas, tampoco fue abierta. Se podían haber llevado todo», manifestó a EL PAIS el dueño del establecimiento comercial, Fernando Alvarez.Fuentes policiales ampliarían posteriormente que los ladrones usaron linternas durante su trabajo, que debió acabar poco antes de las cuatro y media. Después huyeron por la misma entrada practicada. Los ladrones no son considerados profesionales en medios policiales.