Nunca especuló en terrenos
Cuando se constituyeron Urbanizadora Metropolitana e Inmobiliaria Metropolitana, era ya público el trazado de las líneas.A partir de 1955, la decisión de por dónde debía ir el Metro, depende del Ministerio de Obras Públicas (Carta de réplica de la Compañía Metropolitano de Madrid)
Queda suyo afectísimo,Presidente del consejo de administración de la Compañía Metropolitano de
El viernes, 4 de marzo, se publica en la página 19 de su diario un pretendido informe sobre la historia de esta Compañía desde su fundación, en 1917 hasta los momentos actuales. Este pretendido informe está firmado por don Luis Rodríguez Sancho y don Carlos Aguirre, colaboradores del Centro de Investigación y Documentación Urbana y Rural (CIDUR) que, como se sabe, tiene una estrecha relación con una serie de asociaciones de vecinos. En este pretendido informe, se vierten expresiones y afirmaciones, no sólo inexactas e inciertas, sino claramente ofensivas, en nuestra opinión. Por ello, nos reservamos todos los derechos legales que puedan correspondernos en cuanto a las posibles reclamaciones judiciales sobre esta publicación. Pero, aparte de esto, la publicidad de este pretendido informe ha dañado gravemente nuestra imagen y es por ello por lo que nos acogemos al derecho de réplica y le enviamos para su publicación las siguientes rectificaciones:Incomodidad
La afirmación de que el Metro madrileño es incómodo depende siempre del concepto que cada uno tenga de la comodidad. Es -a pesar de los problemas que produce la insuficiencia de la red, en cuanto al crecimiento de la ciudad- un medio de transporte rápido y seguro. Sólo en Metro se. puede saber a qué hora se llega a u n sitio. El nivel de incomodidad -medio en la proporción de viajeros por kilómetro- disminuye constantemente desde hace varios años. A las horas punta es cierto que -como en todos los Metros del mundo-, se producen serias aglomeraciones. En todo caso, éstas no han llegado, en ningún momento, a casos tan extremos como las de Tokio, donde la Compañía tiene unos empleados «empujadores» encargados de conseguir que entre todo el público en los vagones para que se puedan cerrar las puertas.
Seguridad
El índice de seguridad del " Metro madrileño esperfectarnente comparable, con ventaja, con el de los demás Metros del mundo, como podemos demostrar documentalmente en cuanto se nos solicite. En cuanto a la afirmación sobre las últimas y repetidas suspensiones de servicio «que levantaron un sinnúmero de especulaciones sobre la curiosa coincidencia con el período previo a la nacionalización», podemos decir que entran dentro de lo normal, en cuanto a suspensiones puras. Lo que sí habría que destacar es la aparición de un nuevo fenómeno que, quizá los autores del informe, o su centro de documentación, podrían ayudamos a definir en su exacta significación, ya que parecen interesarse en todos los problemas ciudadanos. Es algo a lo que, de momento, hemos denominado simplemente «vandalismo» sin suponerles hasta ahora ninguna motivación o causa. remota. Se trata de la repetida y sistemática invasión de las cabinas de conducción de los trenes por jóvenes que desconectan elementos que afectan a la seguridad del servicio, mecanismos de frenos, interruptores de acoplamiento, compresores, aire comprimido del manejo de puertas, etcétera. Cuatro de las suspensiones de servicio del mes de enero, y otras cuatro del mes de febrero han sido producidas por esta causa. Durante el mes de marzo, la Policía Armada ha colaborado con los agentes de la Compañía en la detención de las personas que viajaban en estas cabinas. Durant e el mes de marzo han sido puestas a disposición de la autoridad judicial con las correspondientes denuncias, 118 personas.
Afortunadamente, dados los sistemas de seguridad del Metro es muy difícil que estas personas puedan provocar ningún tipo de accidente. Pero sí pueden perturbar estos sistemas obligando a detener un tren, suspender el servicio durante un espacio de tiempo y, por tanto, afectara toda una línea.
Crecimiento
La Compañía de Metro se creó en 1917. La primera línea fue inaugurada en 1919 y desde entonces la Compañía ha intentado siempre llegar con el Metro a las principales barriadas de la entoncés periferia, donde residían los trabajadores, principal público de todos los Metros del mundo. Creemos que nadie puede afirmar que hasta el año 1936 la Compañía no haya cumplido esta finalidad. A partir de 1939, después del paréntesis de la guerra, esta Compañía vio congeladas sus tarifas por el Estado.
Esto supuso que se podía explotar un servicio, pero era casi imposible invertir dinero en ampliar las instalaciones existentes.
A pesar de ello, la Compañía realizó algunas obras de ampliación aunque insuficientes. Fueron las siguientes:
A partir de 1955 el Estado toma la decisión de construir los túneles y estaciones de Metro, ótorgando estas instalaciones en concesión a la Compañía,que se convierte así en simple explotadora de un servicio (al que tiene que aportar todas las obras de supraestructura: vías, señalización, material móvil, etc.). Desde entonces, toda la previsión de crecimiento -de nuevas líneas pasó al Ministerio de Obras Públicas. Es decir, que todas las acusaciones que este pretendido informe realiza -muchas de las cuales creemos que son injustas- no afectan a esta Compañía, sino a quien decide por dónde debe crecer el Metro y por dónde deben construirse sus líneas: el Ministerio de Obras Públicas.
Negocio bajo tierra
Es claramente discutible la teoría de que teniendo un Metro concentrado en el centro se obtiene un mayor beneficio. El hecho de que el Metro no llegue hasta una serie de barriadas periféricas, ha provocado que mucha gente deba comprarse coche no por libre deseo, sino por carecer de Metro, complicando los problemas de circulación. Como ustedes saben, la Empresa Municipal de Transportes afirma que gran parte de su déficit hay que cargárselo a un servicio excesivo provocado por la insuficiencia del Metro. ¿Y el Metro? A pesar del crecimiento de la ciudad, el Metro lleva varios años decreciendo en cuanto al número de viajeros. Y es que en Metro no se llega a todas partes. El Metro podría ser útil si realizase grandes trayectos llegando a todas las densamente pobladas barriadas madrileñas. Eso sí, el Metro sería más caro, mucho más caro. Hay que recordar aquí que en el mundo, el Metro es más caro que el autobús. El autobús se utiliza para trayectos más cortos y el Metro para largos recorridos. En Madrid la situación funciona al revés. Esto no es en absoluto achacable a la Compañía, ya que la política de crecimiento y la de tarifas son totalmente responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas. Esta Compañía no es sino una víctima de esa política que le ha llevado a unasituación económica insostenible. Al tiempo que Madrid no cuenta sino con un insuficiente servicio de Metro.
Negocio sobre tierra
Todas las afirmaciones sobre el pretendido «negocio inmobiliario» provocado por el Metro en las Compañías Urbanizadora Metropolitana e Inmobiliaria Metropolitana se caen por su base en cuanto se miran las fechas.
1.º Urbanizadora Metropolitana se creó el 27 de marzo de 1918, cuando era público el trazado de las líneas del Metro, su concesión data del 12 de enero de 1918. Cualquiera podría haber comprado. terrenos en la zona de Cuatro Caminos. Pero nadie tenía fe en el Metro. Sólo un grupo de empresarios, que fueron tildados de locos, creyeron que podía ser una buena inversión comprar terrenos en los lugares a donde iba a llegar el Metro y urbanizarlos, construyendo en los solares resultantes. De la poca fe que existía en este tipo de operaciones en aquella época, da idea el hecho de que varias de las adquisiciones que se realizaron tiempo después de la constitución de la Compañía se compraron por un precio inferior al de las primeras opciones. El 15 de noviembre de 19.19, año y medio después de la fundación de la Compañía, aún quedaban acciones de la misma en cartera.
En cuanto a Inmobiliaria Metropolitana no pudo participar de los planes de implantación del Metro, ya que se creó en 1933.
Debería ser innecesaria la aclaración de que tanto Urbanizadora Metropolitana como Inmobiliaria Metropolitana son Compañías completamente independientes de la del Metro -aunque coincidan en algunos de sus consejeros-, y que no tienen la menor relación con el Ministerio de Obras Públicas, que es, en todo caso, quién planifica el crecimiento del Metro madrileño
Por último, esta Compañía quiere hacer constar a los autores de este pretendido, inexacto e incierto «informe» que las puertas de esta casa están abiertas a todo el que desee informarse correctamente sobre la realidad de una empresa que sólo ha intentado servir al pueblo de Madrid dotándole de un transporte imprescindible que el Estado no supo acometer o no lo vio tan imprescindible.
Tras la última junta general de aoqcionistas de la Compañía Metropolitano de Madrid, un redactor de EL PAIS preguntó a Carlos Mendoza si tenía algo que decir. Contestó que no. Obviamente, el señor Mendoza ha cambiado de opinión.
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